La constelación

27. Consecuencias.

En la Casa Black el ambiente era desolador, todos en la cocina escucharon atentos lo que sucedía por medio de la computadora muggle (excepto las matriarcas y los más pequeños), pero la transmisión se vio interrumpida cuando Peter fue desmayado.

El ambiente fue roto por el sonido de la aparición, rápidamente Remus con varita alzada fue a investigar quien era, para su sorpresa el menor de los Black no tenía muy buen aspecto y junto a él había un bulto tirado en el piso, cuando se acercó noto que era una persona.

Remus Black-Lupin era una persona pacifica eran pocas las veces en las que demostraba un carácter explosivo pero cuando eso sucedía era mejor estar lejos (según el propio Sirius), pero esta vez Remus podía notar como su lobo interior rugía de ira al ver a ese mago quien en tiempos pasados llamó amigo, de ser en otros tiempos inmediatamente el licántropo se hubiera lanzado a degollar a la rata, pero ahora se le ocurrían métodos más dolorosos sin necesidad de tener que tocar a ese mago. Definitivamente estar acoplado a su parte lobo y pasar tiempo con los Black hizo brotar la vena vengativa de Remus.

-Mazmorra... - susurró Regulus, cortando el hilo de pensamientos del hombre lobo.

-Tranquilo Reg, ya estás en casa- calmó Remus a Regulus.

Antes de ejecutar alguna acción Narcissa Prince llegó al lugar y sin preguntar envió unos potentes hechizos al bulto que yacía en el piso (para mantenerlo dormido, además tenerlo atado).

-Eso lo dejara fuera del juego hasta que el contra-hechizo se le sea lanzado, hay que evitar riesgos- dijo la bruja.

-Es lo mejor- respondió secamente Remus.

El menor de los Black se mantenía en completo silencio además de temblar cada vez mas fuerte, Narcissa y Remus se dieron cuenta del actuar del mago, con movimientos delicados y suaves llevaron a Regulus a otro lugar.

La llegada de Regulus alertó a los demás habitantes de la casa (magos, brujas y elfos), el menor quien llegó de imprevisto fue atendido rápidamente por Remus en una pequeña habitación que Franco habilito como enfermería, con la ayuda de Narcissa lograron tranquilizar al joven Black y debido a como estaba tuvieron que sedarlo para que su magia no se alterara, lo que vio en la Casa Potter fue un gran shock para el mago sobre todo en su estado, mientras que Sian fue el encargado de llevar a Pettigrew a la mazmorra más lejana (dentro de la casa), colocando infinidad de hechizos para evitar una huida (cosa que no sucedería ya el mago esta aturdido y desarmado) como también para alertarlos en caso de movimiento o alguna anomalía.

Cuando ambos magos y la bruja volvieron a la cocina todos estaban tensos, ya que sin el animago no sabrían lo que sucedía.

-Solo nos queda confiar en ellos, y pedir a Madre Magia para que vuelvan todos- dijo Andrómeda.

-Tienes razón querida, de momento guardaré esto (computadora), tal vez nos sea útil en algún momento, tendremos que quitarle la runa a Pettigrew para evitar futuros problemas, en lo personal ya no me interesa saber lo que escucha ese ... mago- dijo Tedd.

-Es lo mejor- respondió Sian.

Mientras Tedd ayudado por Remus guardaban el artefacto encantado, Narcissa y Andrómeda preparaban el té mezclado con pociones revitalizantes, ya habían perdido la cuenta de cuantos servicios de té habían preparado, el lo personal nadie conto las tazas de té que bebieron.

En la biblioteca las matriarcas de la familia Black y Longbottom estaban sumergidas en su propia investigación, encontrando resultados sorprendentes y peligrosos en caso de caer en las manos equivocadas.

-Creo que estamos de acuerdo en revelar esto cuando los pequeños tengan 12 años... creo que sería lo idóneo- dijo con voz firme Augusta.

-Estoy de acuerdo, de momento debemos plantearnos lo que deben saber hasta esa edad, y por consecuencia todos los demás, tenemos que saber lo que haremos a largo plazo, después de esta noche todo es posible- respondió Walburga.