5. Muy bien... ¿¡Qué demonios pasó?!

8.6K 744 64
                                    

Después de desayunar, todos los Black junto a Severus fueron al salón en donde se encontraban sumidos en un incómodo silencio, ya que nadie se atrevía a hablar primero, Regulus preguntó sin rodeos mientras miraba a su prima y amigo.

-¿Es verdad lo que dice Lucius de ustedes?
-Qué está diciendo Malfoy?- dijo con desprecio Narcissa.

Regulus notó el desprecio en la voz de su prima pero solo comentó:

 -Qué huiste con Severus... el cual es tu amante, Lucius dice que los descubrió y que lo más probable es que el bebé que esperas es de Snape.

El mago mencionado sólo se río ante las tonterías de quien antes consideraba su amigo.
Narcissa suspiró y contestó:

 -Así que cree que hablando mal de mi y Severus se saldrá con la suya.                                                       -Quieres explicarme ¿qué pasó entre ustedes?- preguntó Regulus.

Severus se puso serio inmediatamente, mientras Narcissa comenzaba a explicar lo que en verdad sucedió,  al finalizar su relato vio como la cara de su primo pasaba por varias etapas; incredulidad, asombro y furia. 

-¡VOY A MATARLO! - exclamó el joven mago.
-Tranquilízate hijo- irrumpió Orión el monólogo que mantenía su hijo sobre las posibles opciones de tortura para el rubio mago- Comenzaré con el proceso de divorcio,  ayer antes de dormir envíe la carta al abogado, debería de venir en unas horas para detallar todo,  al imbécil de Malfoy le costará caro lo que hizo y no le conviene que hagamos público este asunto.

La bruja implicada sólo sonrió ante lo dicho por su tío, su bebé y ella serían libres.
-Bien- dijo con resignación Regulus- pero eso no impide que me desquite con él cuando lo vuelva ver.
-Hijo- agregó Walburga- ¿aún sigues sirviendo al desquiciado ese? 

El joven asombrado por lo que dijo su madre respondió:

 -Lamentablemente estoy marcado de por vida con ese ser, desde hace tiempo que ya no le encuentro sentido a esto,  me arrepiento de haber entrado a sus filas.

-Oh cariño- irrumpió Walburga- eso es todo lo que quería oír. 

Dicho esto, se paró rápidamente del sofá y abrazó a su hijo menor, quien shockeado por la acción de su madre sólo se limitó a quedarse quieto y después de  unos segundos correspondió el abrazo.

Los magos y la bruja restante miraban como madre e hijo se fundían en un abrazo, en el cual miles de palabras eran transmitidas.
Mientras en la mente del joven mago miles de pensamientos pasaban por su cabeza "definitivamente tengo que liberarme ese loco"

-¿Hay algo que me quieran decir? -preguntó mientras su madre lo seguía abrazando
-Muchas cosas hijo, pero necesitamos que tu hermano también este acá -respondió Orión.
-¿Sirius? - irrumpió Narcissa a lo cual Severus solo gruño - Súperalo Severus,  él ya te pidió disculpas y dejaron de meterse contigo después del incidente.
El mago sólo sonrió de medio lado.

Un plop se escuchó en el salón.
-Amo, una lechuza trajo una carta para usted- dijo Gin solemnemente
-Gracias Gin- respondió Orión tomando la carta ante la atenta mirada de todos.

Padre:
El banco me ha enviado una notificación en donde me informan que has liberado mi dote y el correspondiente a Andrómeda,  tomaremos en cuenta lo de ir a casa por si tenemos dudas, esperamos que nos recibas hoy a las 4 de la tarde.


Atte:
Sirius Black.

Cuando Orión terminó de leer, el silencio reinó en la habitación,  y a los pocos segundos fue roto por la sutil risa del pocionista

La constelaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora