Inevitable (Ironstrange)

Stephen

Ya habían pasado unos días desde que lo habían hecho por primera vez, desde ese momento eran cada vez más cariñosos, cada vez que estaban juntos intentaban estar lo más cerca posible sin que nadie pudiera sospechar nada, rozaban sus manos sin que nadie se diera cuenta y se abrazaban más de lo normal, pero lo que pasaba cuando estaban solos era algo completamente diferentes, apenas se veían se comían a besos, dejaban de hacer lo que fuera que estuvieran haciendo y se quedaban juntos, muchas veces hablando, lo que siempre derivaba en una pequeña discusión, la que se terminaba arreglando con un tierno beso, o simplemente la pasaban juntos, uno al lado del otro disfrutando de la compañía, para su desgracia a pesar de que se morían de ganas de repetir lo de aquel día no habían podido encontrar el momento adecuado de nuevo, siempre que estaban juntos peligraba que cualquiera podía llegar e interrumpir y preferían no arriesgarse, había mucho en juego y de todas formas los momentos en los que estaban realmente solos eran muy pocos y duraban muy poco tiempo, no les daba tiempo para nada más allá que hablar y besarse.

Mientras no estaban tratándose el uno al otro como si ya fueran una pareja oficial, aunque en secreto, cada uno de ellos se preocupaba de desarrollar su tarea lo mejor posible, Stephen lo hacía más que nada porque siempre deseaba que todo lo que hacía tenía que ser lo más cercano a la perfección, pero de parte de ambos era más que nada para fingir lo mejor posible normalidad y que nadie se diera cuenta de su romance.

- Ya he terminado con todas las personas que me pediste buscar – le dijo con voz monótona Stephen al Capitán América

- Está bien – le respondió como si le estuviera hablando a un soldado – si no te molesta, podrías ir a ayudar al doctor Banner – sonrió, había pasado ya muchos días compartiendo con el hechicero, pero aún no se sentía cómodo hablando con él, le causaba una sensación extraña que no lograba identificar, no sabía si era algún tipo de respeto extraño a una persona que sabe infinitamente más que él o era simplemente miedo – han llegado más personas de las que esperábamos y necesita un poco de ayuda con sus pacientes

- Claro, no hay problema, pero primero Tony me comentó que necesitaba de mi ayuda – mintió descaradamente y mientras Rogers se cuestionaba porque Tony necesitaría al hechicero asintió lentamente con la cabeza

- Apenas puedas ir con el doctor Banner te estará esperando en la sala de enfermería – asintió y se fue sin entender del todo lo que estaba pasando entre el hechicero y Tony, pero definitivamente sin querer saberlo

Stephen con una sonrisa en el rostro se dirigió directamente al taller donde Tony estaba trabajando, lo vio desde la puerta, se moría de ganas de ir, abrazarlo y besarlo, pero tener esa oportunidad de verlo y apreciar esa imagen en donde trabajaba concentrado no la podía perder.

Se ve tan guapo cuando está trabajando en sus cosas, se ve como si realmente fuera el más inteligente del edificio - pensó Stephen mientras lo veía detenidamente - sin contarme a mí, claro - sonrió y se llevó un pulgar a sus labios - siempre usa esa polera sin mangas que hace que se le aprecien completamente sus músculos, me encantaría poder comérmelos.

Cuando ya no fue suficiente para él solo mirarlo entró al lugar llamando la atención del multimillonario, él que al verlo se le dibujó una sonrisa en el rostro, se acercó al recién llegado y lo besó delicadamente en los labios para luego ampliar completamente su sonrisa.

- ¿Vienes a aprovecharte que estoy solo y que nadie nos verá? – su voz era provocativa mientras rodeaba su cuello con los brazos – podemos repetir lo del otro día – lo volvió a besar

- Sabes cómo me encantaría – lo tomó por la cintura y lo acercó a él – pero le mentí a Rogers acerca de que me necesitabas y no queda mucho tiempo antes de que se dé cuenta de la mentira – soltó una pequeña risa malvada – siempre que el cerebro le dé como para darse cuenta