Insomnio

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Era más de media noche y Stephen no podía dormir, no podía dejar de pensar en su trabajo como el hechicero supremo y su problema con el santuario, habían pasado unos días y aún no sabía que era lo que debía hacer con eso, amaba demasiado a Tony y en ese momento no era capaz de siquiera pensar en dejarlo y tampoco sería capaz de dejar al santuario, de alguna forma ser el hechicero supremo y el santuario se habían convertido en su vida.

Luego de unas horas de dar vueltas en la cama y de ver como Tony dormía tranquilamente decidió levantarse y ver si había algo en la cocina que pudiera relajarlo un poco, o al menos algo que le despejara la mente, quizás un poco de vodka, o algo más fuerte sería lo apropiado.

Al llegar a la cocina se encontró a Natasha en pijamas y bebiendo un vaso de leche, como siempre, con el pelo perfectamente arreglado con una trenza, Stephen intentó de entrar sin llamar la atención, pero fue completamente ineficaz, apenas entró por la puerta Natasha lo vio con su mejor sonrisa, o al menos eso fue lo que Stephen quiso creer.

- ¿Los ronquidos de Tony no te dejan dormir? – preguntó Natasha ofreciéndole un poco de leche

- No es eso – suspiró un tanto frustrado – es solo que no puedo dormir por todo lo que está pasando

- Por lo de Pepper me imagino

- No es solo eso – Stephen suspiró, no había dormido por días y su juicio estaba un poco nublado, así que solo le confió todo – también tengo problemas como hechicero supremo, con el santuario y eso – Natasha se vio completamente sorprendida

- No recuerdo que Tony me comentara algo así

- Eso es porque él no lo sabe – se sentó a su lado y se tapó el rostro, estaba rendido – ¿y tú? ¿los ronquidos de Bruce no te dejan dormir? – intentó de cambiar el tema y bromear un poco

- Por muy sorprendente que parezca el no ronca, es solo que he estado preocupada por él porque este último tiempo no se ha sentido del todo bien y tiene miedo de ser Hulk otra vez y perderlo todo y yo tengo miedo de perderlo a él – Stephen nunca la había escuchado hablar de esa forma y no creía que fuera capaz de hacerlo

- Quizás deberías tú intentar de contagiarle un poco de tranquilidad, que se sienta seguro contigo, que si te tiene a ti no tiene por qué temer, que contigo no debería existir razón para que Hulk aparezca

- Tienes razón – un mechón de su cabello se había escapado de su trenza y estaba en su rostro, Stephen la vio y llevó el mechón detrás de su oreja

- Son una bonita pareja, no deberían tener problema, solo confía en él y él confiará en ti

- Tú deberías hablar con Tony, entiendo que no quieras cargarlo de más problemas, pero son una pareja y deben confiar, así podrán solucionar sus problema – Stephen se tapó la cara con las manos e inevitablemente tomó un sorbo de la leche que Natasha le estaba ofreciendo

- Por favor no se lo digas, yo hablaré con él

- No te preocupes – se puso de pie y se dirigió a la puerta – esas son cosas que se tienen que hablar como pareja, yo me iré a dormir

Natasha posó su mano sobre el hombro de él y lo acarició levemente, intentando de darle ánimos y simplemente salió de la cocina, dejando a Stephen nuevamente solo con sus pensamientos, realmente no sabía que hacer, él estaba de acuerdo con Natasha al respecto de que debía hablarlo con Tony, era algo importante, que les interesaba a ambos, una decisión que no se debía tomar por una sola persona, pero no quería darle más problema de los que ya tenía, él pensaba que hasta que Tony no resolviera sus problemas no le quería dar más, o al menos eso pensaba hasta que había hablado con Natasha, ella tenía la razón, si eran pareja debían compartirlo todo, incluso sus problemas, por mucho que eso le doliera, debía compartirlo con Tony.

Inevitable (Ironstrange) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora