Guía de Zira para convivir con un Demonio

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Vivir con un demonio pone a prueba todos los valores que me enseñaron en el Cielo.

Paciencia: Crowley me llama terco, pero él no se queda atrás. Nunca puedo convencerlo de limpiar la casa, o comer sano, o evitar las discusiones con los vecinos por cinco minutos. Hace exactamente lo que quiere y nada más.

Comprensión: yo lo quiero mucho pero hay cosas que nunca voy a comprender. Por ejemplo, que considere normal querer tirarle una maceta en la cara a alguien que me miró de más, o la perturbadora costumbre que tiene de andar desnudo por la casa. Yo simplemente no puedo con eso.

Abstinencia y sobriedad: Crowley es muy apasionado y cada día es una lucha para mantenerlo lejos de mí. No me malentiendan; me gusta cuando nos besamos a la luz de la luna o me abraza para calentarme cuando hace frío, pero me educaron para ser puro y lo que Crowley quiere hacer conmigo es lo menos puro que existe. 

(Zira se sonroja demasiado para continuar y echa un vistazo a su compañero. Crowley, con una sonrisa torcida, elige una botella de vino para la cena de esa noche y le guiña un ojo con picardía)

No sé de donde saca esas ideas tan sucias realmente. Pero, aunque a veces me saca de las casillas con su falta de modales, sus obsesiones extrañas y su falta de tacto, no lo querría de otra forma. Así lo conocí y así me enamoró, y si me faltara aunque sea un día ese día sería como una eternidad oscura y sin gracia. No cambiaría a Crowley por nada, ni por nadie. Quiero seguir siendo su compañero hasta en fin de los tiempos.

Buenos Momentos (GO Drabbles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora