Aliadas (tercera parte)

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Dagon había sido elogiada por su labor de espionaje, e incluso recompensada con vacaciones. Lord Beelzebub le había dicho que era libre de relajarse un poco y salir con sus amigos, pero la verdad era que no tenía demasiados amigos con quienes pasar tiempo. No lo mencionó para no dar lástima, pero mientras subía al mundo humano y compraba comida grasosa para darse una panzada, pensó que aquello sería más divertido en compañía.

"¿A quién llamaría de todas formas? Hastur anda como loco desde que reencontró a Ligur, no se separaría de él ni que lo maten... las chicas del escuadrón torturador salieron a hacer sus prácticas... ¿a quién entonces?"

(...)

Uriel se sintió aliviada de que Gabriel diera por terminado su trabajo de espiar a Aziraphale y el demonio Crowley. Después de eso se le asignaron diez días de vacaciones, que ella pensaba usar para relajarse y ocuparse de su colección de fotografías celestiales. Sin embargo, sus planes se alteraron ciando recibió una llamada inesperada.

-¿Dagon?- preguntó desconcertada.- ¿Qué sucede?

-Nada, pues... ¿Tu jefe te dijo algo por tu informe sobre el par de tontos esos?

-Sí, me felicitó y me dio diez días libres... ¿Y a ti como te fue?

-Igual de bien, lord Beelz me dio vacaciones y yo pues... pensaba en empezar por un buen banquete en el mundo humano... ¿No te gustaría acompañarme?

-¿Comer?- repitió el arcángel como si fuera una idea de lo más extraña.- Ah, eso que hacen los mortales... no sabía que te gustaba hacer eso.

-Sí, bueno, no es tan malo como parece. Creo que te gustaría.

Uriel lo pensó un segundo y terminó aceptando, pidiéndole su ubicación y un tiempo para llegar. Si iba a salir de paseo, debía arreglarse un poco. No le gustaba lucir desaliñada.

Buenos Momentos (GO Drabbles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora