Gabriel tenía una reunión semanal con la Diosa para informarle del progreso de su trabajo. Se consideraba un ángel eficiente y digno de confianza, y por eso mismo sintió más fuerte la humillación cuando la Señora le respondió de forma cortante a su pregunta:
-El motivo por el cual perdoné a Aziraphale y le permití formar pareja con el demonio Crowley es parte de mi plan inefable. No necesitas saber más.
-Sí, Señora... lo entiendo, pero...
-La reunión ha terminado, Gabriel. Puedes marcharte.
Después de algo así era lógico que su moral estuviera por los suelos, así que bajó a la Tierra y se metió en un bar a beber. No como para emborracharse, porque era pecado, pero necesitaba algo que lo distrajera cuanto antes y el alcohol podía hacer eso.
¿Por qué Aziraphale tenía un trato preferencial con la Diosa? ¿Qué hacía tan especial a ese ángel torpe, excedido de peso y rebelde? No lo entendía. Y encima de todo, enamorado de un enemigo... ¿por qué de un demonio, de entre todos los seres del universo? Por qué no se había enamorado de alguien más digno como...?
-¿Mal día?- preguntó una voz a sus espaldas. Al darse vuelta y reconocer a su interlocutor exclamo:
-¡Beel! ¿Qué haces aquí?
-¿Qué diablos voy a estar haciendo en un bar? Beber. ¡Tú, sírveme un whisky!- exigió al cantinero. Gabriel se removió incómodo en su asiento y pensó en marcharse, pero Beel lo frenó sin mirarlo.- No necesitas irte. No voy a sacarte conversación si es lo que temes.
-Oh. ¿Mal día?
Ella sonrió de forma torcida y alzó su vaso de whisky, en señal de paz. Gabriel sonrió también con resignación y decidió pedir otro whisky. A lo mejor a él también le ayudaba a olvidar su mal día.
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Buenos Momentos (GO Drabbles)
FanfictionUna colección de drabbles sobre Good Omens que he ido subiendo a FB, pero que decidí recopilar acá para facilitar a aquellos que quieran releerlos. Son historias de amor y fantasía, fluffys y con final feliz.