Después de darme un baño rápido, para quitarme el cloro de la piscina, e ir a la habitación donde tenía mi ropa vi a Christian en cuclillas metiendo todo a una maleta.
– Necesito unos pantalones, ropa interior y una blusa. –dije agarrando con fuerza la toalla que rodeaba mi cuerpo desnudo.
– Vete así. –dijo al echarme una ojeada rápida.
– A Thomas le encantaría. –me acerqué a él. Buscó entre las prendas de vestir y sacó todo lo que le había pedido.
– Necesitamos ir a comprar ropa y toallas femeninas.
– Thomas te compró hace como dos semanas, y ropa ya tienes.
– ¡Tengo dos pantalones, tres blusas y mi ropa interior son bóxers de ustedes! Y lo que me compró fueron pantiprotectores diarios, no toallas sanitarias, son muy diferentes... Y llevo varios días con cólicos prementruales, estoy segura que no falta mucho para que me baje...
– No entendí nada de lo que acabas de decir. –se puso de pie y se giró para verme de arriba a abajo– ¿Aún no te haz cambiado? –. Caminé al baño para ponerme la ropa. Al salir me topé con Chris–. Bien, vamos rápido a la tienda más cercana y volvemos en chinga. –asentí.
***
Al llegar al área de aseo personal tomé las toallas extra largas nocturnas. Christian sonrió.
– ¿Qué?
– Eran las mismas que Lorena usaba.
– No tengo mucha experiencia con flujos poco abundantes así que preferí poner cosas en Lore con las que me sintiera identificada.
Después de agarrar la caja de toallas fuimos al área de ropa, donde por fin me permitió comprarme ropa interior de mujer y unas prendas más para no repetir siempre las mismas 3 camisas y 2 pantalones.
Al llegar a la casa vimos un auto de policía estacionado. Christian se puso detrás del mismo.
– No se te ocurra hacer alguna estupidez. –dijo Christian poniendo su mano en mi muslo. Negué con la cabeza.
Thomas y un oficial de policía estaban platicando un poco más lejos de nosotros. Mis esperanzas de que aquel hombre me ayudara se esfumaron al momento en que lo examiné con la mirada. Aunque a esa distancia para mí sólo eran unas manchas borrosas, podía ver claramente que la silueta del oficial era mucho más redonda que la de Thomas. Aquel hombre seguramente ni siquiera podía verse los pies. Suspiré recargándome en el asiento del copiloto. Christian, al ver esto como una señal de rendimiento, salió del auto. Se quedaron unos minutos platicando hasta que desviaron la mirada hacia mí. No alcanzaba a escuchar nada de lo que decían pero pude ver como el brazo del policía se estiraba en mi dirección. Me estaba señalando. Mi corazón empezó a latir de prisa. Christian se puso entre nosotros para evitar nuestro contacto visual. El hermano mayor salió corriendo hacia la casa. El policía señaló hacia la pared, Christian se pegó a esta con las manos sobre la cabeza. El agente de la ley se acercó a mi ventanilla. Bajé la mirada. Tocó el cristal que nos separaba. Yo ya estaba llorando, no podía evitarlo. Lentamente levanté mis ojos y por fin tuvimos contacto visual. A esa distancia pude ver con claridad su rostro de sorpresa al verme. El hombre llevó su mano al hombro para hablar por la radio que tenía cuando vi como una mano que sostenía un cuchillo de cocina iba directamente a su sien. Abrí la boca para gritar pero no emitió ningún sonido. Estaba paralizada. El hombre cayó al suelo mientras Thomas lo apuñalaba en la cara un par de veces más.
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Más allá de las letras #4
Misterio / Suspenso4to Y ÚLTIMO LIBRO DE A SAGA 'SECUESTRADA' Christian y Thomas regresan una vez más... y no de la manera que me gustaría. Esta historia fue idea de una de mis lectoras pero no recuerdo quién :'v Querida lectora, si lees esto no me odies xd El plan in...