Final Alternativo/Thomas

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N/A: Este capítulo tiene partes desde mi perspectiva y la de Thomas. Cada * significa que cambia.

Respiré lentamente antes de levantar un puño a la altura de mi cabeza y golpear la puerta (de la habitación de Thomas) un par de veces. Al abrir el pelinegro me miró sorprendido.

– ¿Lokiia? ¿Qué haces aquí?

– Eh... Yo... ¿Puedo pasar? –se hizo a un lado para permitirme entrar–. Quería saber si tenías shampoo, abajo ya se nos terminó. –escuché que cerró la puerta detrás de mí.

– Esa es la excusa más ridícula que he escuchado. –se rió. Solté el aire ruidosamente.

– Tienes razón –me giré 180 grados para mirarlo–. No es eso por lo que vine.

– Obviamente –me sonrió con una ceja levantada–. Pero, ¿qué es tan importante que te atreves a venir sola a mi habitación? –se acercó unos pasos de manera amenazante para ver si me mostraba intimidada– ¿Acaso ya no te doy miedo?

– He estado pensando en lo que me dijiste. –dije ignorando su postura que lo había hecho crecer unos centímetros más.

– Querida, te he dicho muchas cosas.

– Hablo de que Christian quiere que sea su Lorena, pero tú no me pides que cambie quien soy –caminé hacia la gran ventana situada a lado de la cama–. Creo que tienes razón al pensar que tal vez soy un poco psicópata... Si no, ¿cómo es posible que te creara y de una manera tan detallada? –escuché que dio unos pasos para acercarse a mí de nuevo–. No soporto estar más tiempo con Christian, sólo quiere que sea su muñequita y que pretenda ser alguien que no soy. En cambio, creo que tú y yo nos llevaríamos bien, –me giré sólo para toparme con el pecho de Thomas– podrías ayudarme a aceptar mi verdadero yo, además, sé que tú eres la única persona en el mundo que me apoyaría si un día me da por matar a lo loco. –soltó una carcajada.

– ¿Y cómo planeas hacérselo saber a Chris?

– Bueno... No lo sé –admití–. Espera, –entonces recordé algo– tú y Christian mataron a William en la casa de Beth, y ustedes ni siquiera eran del mismo libro. Creo que tú podrías matarlo.

– ¿Estás diciendo que quieres que mate a mi propio hermano? –levantó una ceja.

– Estoy segura de que eso no es algo que te quitaría el sueño. –me encogí de hombros. Sonrió de oreja a oreja mostrándome sus blancos y perfectos dientes, yo hice lo mismo.

– ¿Cómo sé que no es un truco para que me deshaga de él y luego puedas escapar con menos ojos vigilándote?

– ¿En serio crees que si quisiera que uno de los dos muriera para poder escapar elegiría a Christian? –me burlé– Sé que si lo intentara tendría peores consecuencias contigo vivo que con él. A tu hermano sólo tendría que decirle que lo lamento y prometer que nunca volveré a hacerlo para que me creyera. Tú no eres tan ingenuo. –le toqué el pecho de manera sensual. Escuché que su respiración se hizo más profunda. Al levantar la vista para verlo me encontré con sus labios pegados a los míos. Me empujó hacia la cama antes de tirarme sobre ésta. Me abrió las piernas sin dejar de besarme y dejó caer sus caderas sobre mí. Se quitó la camisa antes de que yo hiciera lo mismo, aunque sabía que no llegaríamos muy lejos pues Christian seguramente estaba a punto de llegar a su habitación solo para darse cuenta de que yo no estaba ahí.

Más allá de las letras #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora