˗ˏˋcuatroˎˊ˗

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Cuando Yoongi despertó a la mañana siguiente, apenas pudiendo abrir sus ojos un par de milímetros, se percató de que Hoseok aún se encontraba recostado a su lado. Su respiración pesada le daba la pauta de que aún se encontraba dormido y eso era maravilloso, porque de esa forma no podía ver el patético estado en que el mayor se encontraba.

Su cabello se sentía tieso bajo su tacto a pesar de que solo había pasado una noche, la ropa que uso durante toda la noche irritó su cuerpo con creces debido a lo inquieto que estuvo, y francamente se sentía hecho mierda, pero no pensaba darle la satisfacción a Hoseok de verlo hecho mierda.

Si él había tomado una decisión de ese tipo tan a la ligera, entonces Yoongi no tenía por qué lidiar con ello. Solo saldría de su casa al edificio de la agencia de Jeongguk, haría la mejor puta entrevista de la historia, tan buena que sería difícil rechazarlo y luego tal vez iría a llorarle a sus amigos sobre lo que había pasado.

Porque incluso si le dolía el corazón por las palabras de Hoseok, no iba a dejar que la más grande oportunidad que había tenido alguna vez se arruinará por su egoísmo. Si su esposo no lo apoyaba en sus decisiones entonces no podía permanecer con una persona así.

Yoongi tomó la botella de champú con los ojos cegados por el agua y lo untó sintiendo la frescura una vez sus dedos comenzaron a masajear su cuero cabelludo, un suspiró salió de sus labios. 

No entendía cómo es que una simple discusión se había tornado en algo tan profundo como un divorcio, bien, tal vez las cosas entre él y su esposo habían estado un poco tensas, tal vez instintivamente ambos habían colocado un montón de barreras entre ambos sin siquiera notarlo.

Pero un divorcio era excesivo, aunque Yoongi quisiera cambiar esa decisión, sabía que no podía hacerlo; probablmente la palabra correcta es que no quería hacerlo.

Porque Hoseok lo había lastimado demasiado, no solo no apoyando su trabajo y su esfuerzo de años para conseguir su trabajo soñado, sino que lo había llamado estúpido. Y el mayor problema de todo es que había dicho que tal vez ya no lo amaba.

E incluso si Yoongi lo amará más que a su propia vida, nunca lo obligaría a permanecer con él si realmente no lo amaba más. Hoseok claramente estaba jugando a algo que él no podía jugar, porque sabía que era como entrar en una zona de guerra.

Y el más lastimado siempre iba a ser él.

Y tal vez el verdadero problema es que necesitaban alejarse, porque no era bueno que Yoongi lo amará más de lo que se amaba él mismo, nunca iba a ser correcto. Necesitaba autovalorarse a sí mismo para darse cuenta que, incluso si Hoseok era el amor de su vida, él siempre debía ser su prioridad.

Cuando limpió el espejo empañado por el vapor de la ducha, no pudo ver más que una patética versión de él, ojos rojos, mejillas hinchadas. Yoongi era lindo, realmente adoraba verse lindo por lo que solía demorar horas frente al espejo probando nuevos peinados y tal vez aprendiendo a maquillarse un poco, pero ahora, en ese estado, creía que podía entender el porque Hoseok ya no lo amaba.

Yoongi ya no estaba en su plena juventud, algunas suaves arrugas comenzaban a marcarse alrededor de sus ojos, la jovialidad ya no estaba demasiado brillante en sus ojos. Estaba envejeciendo, y Hoseok ciertamente solo era un año menor que él, pero él convivía con cientos de jóvenes a diario, y Hoseok era apuesto.

a love like war ; hopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora