Cuando Hoseok volvió a casa, Yoongi ya se encontraba en el lugar, sentado en el sofá mientras cambiaba los canales de la televisión sin estar demasiado concentrado. En cuánto escuchó la puerta abrirse tras de él se giró apenas un par de centímetros.
Lo suficiente como para que Hoseok notará que su rostro se encontraba terriblemente inflamado y rojizo, y que apenas y podía ver algo a lo lejos, él había estado llorando de nuevo y era de nuevo toda su culpa.
Yoongi volvió a girar su cabeza con rapidez a la pantalla, el menor entró en completo silencio, sin saber si era correcto decirle que ya estaba ahí, o saludarlo, realmente no lo sabía, incluso si habían vivido tantos años juntos ahora se sentían como dos completos extraños.
Deslizó sus pies dentro de las suaves pantuflas en la entrada de su departamento y caminó hasta la cocina, que hasta ahora había funcionado para él como un estudio en dónde revisar todos sus pendientes de la universidad.
De vez en cuándo su mirada iba hasta el castaño en el sofá, se percató de que ya no traía el viejo traje ajustado a su cuerpo, en cambio traía uno de sus enormes hoodies, y usaba unos viejos shorts deportivos, encogido sobre el pequeño sofá de cuero.
Él no tenía el corazón para decirle que ese hoodie era suyo, seguramente lo había usado por tanto tiempo antes que había olvidado completamente que en realidad era de su esposo, Hoseok sintió una nueva puñalada en el corazón al verlo hundir su nariz entre toda la tela que sobraba, como si aún buscará su olor impregnado en la prenda.
¿Cuándo había sido la última vez que habían salido de compras juntos? Toda la ropa de Yoongi lucía vieja y descolorida, aún así se las arreglaba para lucir impecable todo el tiempo, incluso cuando solo se colocaba sus viejos pantalones deportivos en casa y ambos limpiaban.
En realidad, Yoongi había tomado demasiadas presiones para mantener su hogar en orden y nunca se había quejado, y no es como si él no se preocupará también por hacer los labores del hogar, pero constantemente se encontraba trabajando.
Los horarios de clases no siempre eran fijos, pero trabajaba a diario de mañana a noche con muchos huecos en su horario. Hoseok jamás había notado lo mucho que se encontraba ajeno a todo lo que ocurría en casa.
No podía concentrarse en su trabajo así que tomó todos los papeles sobre la mesa y los metió dentro de su maletín, mientras buscaba un vaso de agua por lo seca que de pronto se sintió su garganta -- Hoseok --la voz suave de Yoongi llamó su atención, el mayor se encontraba de pie en el marco de la puerta, las mangas de la sudadera cubriendo sus manos y sus piernas luciendo pálidas bajo el diminuto short negro-- hay comida dentro del horno, solo tienes que calentarla.
El menor se quedó de pie por un par de segundos perdido por completo en el cuerpo de su esposo, intentando repasar cada pequeño detalle de como lucía, incluso si su rostro se encontraba hinchado y rojizo, y él siempre había creído que lucía horrible cuando lloraba, incluso en esos momentos seguía luciendo precioso.
Aunque a Hoseok realmente nunca le había gustado verlo llorar -- Entiendo, gracias --el menor intentó darle una sonrisa de medio lado, pero no fue más que un fantasma que de pronto pasó a convertirse en una línea de frustración.
Ambos siguieron mirando al otro hasta que Yoongi aclaró su garganta -- Entonces --dijo el castaño con pesar en su voz-- ¿qué ha dicho el abogado sobre el divorcio?
Entonces, eso significaba que Yoongi si pensaba seguir adelante con el divorcio, pensó Hoseok con decepción aunque realmente no lo culpaba -- Uh, probablemente tomará más de un mes, considerando que pronto iniciarán las vacaciones de invierno --dijo él intentando ignorar el vacío que sentía en el pecho-- me encargaré de todo, para evitarte demasiadas molestias, no tienes que preocuparte por eso.
Yoongi mordió sus labios como si intentará detenerse de decir algo más, y Hoseok solo quería tomarlo y decirle que dijera lo que quería, que lo detuviera de hacer esa estupidez, pero no lo hizo y él solo dio un suave asentimiento antes de salir de la habitación, cabizbajo.
La comida que Yoongi preparó era deliciosa, pero cada bocado se sentía pesado en su boca, incluso cuando sintió que ya había tenido suficiente por un día y dejo la mitad de los trabajos de sus alumnos sin calificar, entró a su habitación.
Yoongi no se encontraba recostado como creía, la ducha se encontraba encendida y cuando se acercó a la puerta, escuchó los sollozos de Yoongi dentro, pobremente camuflajeados por el agua de la ducha corriendo. Una sensación de hundimiento lo lleno, y tuvo que recargarse un par de segundos en la pared debido a lo mucho que lo había afectado.
Se tiró a la cama sin cambiar su ropa y no supo más nada de lo que pasó, a la mañana siguiente amaneció en la cama vacía, probablemente Yoongi lo había ayudado a cambiarse por la noche pues se encontraba enfundado en sus pijamas de franela.
Esperaba que el hecho de que Yoongi desapareciera tan temprano no se volviera una costumbre, porque ahora comprendía lo mierda que se sentía ser abandonado en su hogar sin siquiera un beso de despedida.
Había sido un completo imbécil con Yoongi y ahora parecía estarse regresando contra él poco a poco, empezando porque el mayor desaparecía sin decir adiós por las mañanas.
Tomó una ducha corta, debido a que había olvidado colocar su alarma y ya estaba retrasado para sus clases, por segundo día consecutivo. Encendió la cafetera mientras arreglaba su cabello, aún había café dentro y una taza esperando por él sobre la barra, como si Yoongi hubiese sabido de antemano que se le iba a hacer tarde.
Cuando abrió su maletín esperaba ver todos los papeles revueltos, justo como los había dejado la noche anterior cuando los recogió apresuradamente. Se encontraban todos dentro de una gruesa carpeta forrada de cuero sintético, perfectamente acomodados, calificados.
Su corazón se sintió oprimido mientras pasaba las hojas, había notas en rojo en cada examen escritas por Yoongi, señalando los errores, colocando las puntuaciones. Sus ojos picaron un poco y su vista se volvió borrosa con cada hoja que pasaba.
Las lágrimas no tardaron en comenzar a caer de sus ojos, Yoongi había aprendido a calificar los trabajos de sus alumnos junto a él, un día en que su trabajo se acumuló tanto que estuvo al borde del llanto por el estrés al que se encontraba sometido.
Él lo había regañado hasta que comenzó a explicarle como calificaba a sus alumnos y así ambos terminaron en pocas horas; Yoongi lo había ayudado de nuevo, probablemente durmiéndose hasta tarde con el fin de terminar su trabajo incompleto.
Él no merecía a Min Yoongi.
No merecía su consideración, no merecía su ayuda o su compasión, no merecía nada más allá del dolor que lo estaba inundando llegar a esa realización.
El mayor siempre le había demostrado cuanto lo amaba, incluso si no lo decía demasiado en voz alta, porque era embarazoso (en realidad ninguno de los dos lo decía demasiado en voz alta), Yoongi simplemente no podía mantener sus manos lejos de él.
Y las pequeñas acciones que hacía por él siempre se lo demostraban, la forma en que siempre preparaba kimchi para él porque sabía que no podía faltar en sus comidas, en como a veces prefería no dormir por ayudarlo con su trabajo acumulado.
O como lo había cambiado por la noche para evitar que se lastimara con su ropa, incluso cuando él no lo había hecho la noche anterior por él y dejo que su cuerpo se rozará con la tela tiesa de su ropa.
Yoongi aún seguía amándolo como el primer día.
Y él definitivamente no merecía el amor de Min Yoongi.
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a love like war ; hopega
Fanfiction; [ make a wish on our sorry little hearts have a smoke, pour a drink, steal a kiss in the dark fingernails on my skin like the teeth of a shark im intoxicated by the ligth in the chill of your stare I am painfully lost like a deer in the light...