Capítulo 22: Experimentos

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Suspire cansada ahogando las pequeñas lágrimas que amenazaban con salir, me tire en la cama completamente frustrada, volver a ser débil y frágil, mientras que Caos me miraba con antes, como si fuera una niña indefensa que no podía defenderse, lo odiaba.

Me senté en la cama harta, mire un rato la espada antes de tomarla y desenvainarla mire mi reflejo en ella sin previo aviso corte mi muñeca, me quede mirando la herida, las gotas de sangre caían al piso con un continuo Cloc, Cloc, Cloc. Después de un rato la herida cerro, en el piso había una mancha de sangre fresca, dejé la espada en la cama y fui al baño, abrí el agua para llenar la bañera mientras me limpiaba la muñeca.

Cuando la bañera se llenó cerré el agua me metí en ella, la temperatura era muy elevada y comenzo al instante a enrojecer mi piel, pero no me importo me recosté sin quitarme la ropa, dejé que el agua relajara mis músculos. Hundí mi cabeza en ella eliminando todo el aire de mis pulmones, comencé a necesitar respirar, pero no salí me quede en el agua dejando mi mente en blanco mientras poco a poco mis pulmones se llenaban de agua hasta que todo se volvió negro y quede inconsciente.

Me desperté de un salto, tosiendo para eliminar los restos de agua de mis pulmones antes de que me diera cuenta de lo que estaba pasando a mi alrededor alguien me dio una muy fuerte cachetada que realmente despertó mis sentidos, para poder fijar la vista en Lucas.
-Eres una estúpida- me regaño mientras me entregaba una toalla- ¿Por qué tienes que lastimarte cuando te sientes débil?
-Porque no puedo ser débil.
-Eso es estúpido ¿Lo sabes?
-Puede ser- me puse de pie saliendo del baño para ir hasta el ropero para quitarme la ropa mojada y ponerme otra seca.
-Deberías empezar a tener más cuidado.
-No molestes Lucas.
-¿Mal humor?
- ¿Qué haces aquí?- indagué mientras guardaba la espada en la funda.
-Owen nos contó lo que paso, preguntaría como estas pero tus acciones hablan por ti- algo en su tono de voz denotaba la ira contenida.
-No seas tan molesto ¿Quieres?- Me quejé tirándome a la cama boca a abajo.
-Podrías haber muerto- regaño.
-No iba a morir, no te preocupes.
-Tienes problemas y lo sabes.
-Son mis problemas, no te metas en ellos- le grite- y ya vete, no quiero oir tus estúpidos sermones.
-Te molestan porque sabes que tengo razón.
-Vete ahora- él no dijo nada, yo no lo mire, espere a que sus pasos se alejaran y el ruido de la puerta al abrirse y cerrarse, antes de moverme para poder recostarme debajo de las mantas, tarde solo unos pocos segundos en quedarme profundamente dormida.

Me desperté con unas carias en mi mejilla, abrí lentamente mis ojos para encontrar a Caos mirándome con preocupación, yo le sonreí a la vez que me incorporaba para sentarme en la cama.
-¿Cómo estás?- inquirió.
-Estoy bien- aseguré- ¿Qué sucede?
-Me preocupas.
-Estoy bien, no tienes que preocuparte.
-¿En serio? Porque la mancha de sangre junto a tu cama no me dice lo mismo, Daiana dime ¿Qué sucede? Porque ya no te entiendo- dijo claramente desesperado.
-Estoy bien, solo fue un pequeño experimento sin importancia- le sonreí- todo está bien...
-Un experimento... ¿También lo fue ahogarte en la bañera?- interrogó, y no pude entender lo que sentía por su tono tan frio como el hielo. Así que me limite a apartar la mirada de él- ¿Qué sucede?
-Nada, estoy bien- respondí aun sin mirarlo, él tomo mi barbilla obligándome a verlo a los ojos.
-Daiana necesito que hables conmigo...
-No hay nada que hablar.
-No estás bien y necesito que me expliques...- sus palabras eran casi una súplica, pero como explicarle por que hacía lo que hacía.
-No es nada importante, solo me cuesta aceptar que ya no está el caos en mi- explique tranquila.
-No te creo, al menos no del todo entiendo que eso te molesta, pero esto no es nuevo... ¿Por qué te lastimas a ti misma? ¿Cuál es la razón?- inquirió.
-No hay ninguna razón porque eso no es verdad.
-Cuando Owen llego después que despertaste, te encontré en el coliseo. Estabas sobrepasando tus limites siendo consciente de lo que hacías... y no era la primera vez ¿Verdad? - traté de negar, pero él me miro fijo diciendo todo.
-No, no fue la primera vez...
-¿Por qué?
-Me ayuda a despegar mi mente- respondí apartando la mirada y esa no era del todo una mentira.
-Eso es estúpido ¿Lo sabes?
-Puede ser, no lo volveré a hacer si es lo que quieres- le aseguré, él solo se paró caminando de un lado a otro de la habitación, por mi parte me limite a sentarme en el borde de la cama- ¿Qué sucede?
-No sé qué hacer contigo...
-Lo que deberíamos hacer es buscar la manera de derrotar a Apofis, cuando mi poder vuelva estere bien.
-Yo me encargare de él- aseguró sentándose a mi lado tomando mi mano a la vez que tomaba mi mejilla para que lo viera a los ojos- Apofis pagara por lo que te hizo, pero me preocupa más esto, no se pasara porque el caos que estaba en ti vuelva- explicó con tranquilidad, pero yo estaba molesta.
-Me dijiste que lo haríamos juntos, me prometiste que no me dejarías en la banca...- le grité poniéndome de pie.
-No voy a dejar que nadie te lastime y no estoy seguro de que estés bien como para luchar...- explicó viniendo hasta mí.
-¿Qué crees que me pasa? ¿Qué te preocupa?
-Daiana, me preocupa que te lastimes a ti misma... lo que haces no está bien.
-Matar tampoco y mate a millones... la moral nunca fue parte de mí- él se quedó mirándome un buen rato- crees que estoy loca...
-No me refiero a eso- soltó frustrado, apartándose un poco de mí.
-¿Qué tienes en mente? ¿Piensas encerrarme en un loquero?
-No, no lo sé, quiero ayudarte, pero no sé cómo.
-Porque no estoy mal, se lo que hago y se controlarlo- le aseguré yendo hasta el para abrazarlo por la espalda- podemos hacer otra cosa- pedí.
-No me cambies el tema- regaño girándose.
-Solo lo pospongo, ¿Al menos que no quieras estar conmigo?
-No dije eso- aseguro abrazandome por la cintura.
-Pasaron más de quinientos años ¿Ya no me deseas?
-Daiana- pidió perdiendo su fuerza de voluntad, pero no era para menos, yo ya estaba en ropa interior- luego hablaremos- yo asentí dándole espacio en mi cuello donde ya estaban sus labios.

La campeona del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora