Frente al fuego

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Mientras caminamos comienza a nevar.

— ¿Te encuentras bien? - me pregunta Evan sosteniendo fuertemente mi mano

— si, ahora que me he trasformado y he recuperado mi poderes el frio no es un problema

De pronto recuerdo que el puede tener frio, me concentro y dejo que la magia fluya hasta mis manos y las caliente un poco

— Están cálidas - Comenta Evan sorprendido.

— Es mejor sentir eso que unas manos heladas - digo mientras continuo con la mirada fija en mi objetivo, la cueva que cada vez está mas cerca.

— entonces no servirá de nada hacer uso de mi galantería y darte mi chaqueta ¿verdad?

— Lo lamento, pero no - respondo sin poder evitar sonreír.

— Entonces si no te importa mantendre mi chaqueta - yo sonrio mientras el levanta el cuello de su chaqueta.

Cuando finalmente llegamos a la cueva, buscamos algunas ramas, yo creo fuego y formamos una fogata para secarnos y entrar en calor, después de unos minutos frente al fuego Evan decide preguntar

— ¿cual se supone que sera nuestro plan?

— Antes de eso deja que cure tus heridas

Evan asiente y se quita la chaqueta. La herida de su brazo es mas grande de lo que creí. Me acerco a la entrada de la cueva y tomo un poco de nieve, comienzo a recitar conjuros mientras veo como la nieva sobre el brazo de Evan comienza a resplandecer, después de unos pocos minutos la herida ha desaparecido dejando solo una pequeña linea blanca.

— ¿Como te sientes?

— Ya no sangra así que...

— Te pregunte como te sientes. Responde

Evan me mira con mala cara pero al final responde.

— Duele y me siento agotado.

Miro fuera y veo que ha comenzado una ventisca

— nos quedaremos aquí hasta que pase el mal tiempo, después iremos en busca de Gisli

— ¿Como sabremos hacia donde ir?

— Sebastián dejo un rastro de su magia ademas su rastro es mas facíl de seguir.

— ¿De verdad ese chico era tu amigo de la infancia? - pregunta Evan

— lo era - digo mirando el fuego

— ¿que fue lo que dijeron los señores de la muerte?... algo del caos después de su muerte

— yo le arrebate la vida, me sentí culpable, sucia, una farsa - aun recordaba esos sentimientos - Después de su muerte, yo también quise morir, dejar de ser quien era, dejar de hacer lo que hacia, así que tire los hilos de aquellos condenados a muerte que estaban en la espera de que yo llegara y me libere de ellos. No de la forma convencional, no del modo correcto. Los arranque de mi lado y con ellos les cedí vida y tiempo.

— Recuerdo eso. Tu abuela dijo que enfermaste terriblemente después de aquello.

— Entregue mi energía vital, estuve a punto de morir y tal vez eso hubiera estado bien. ¿Como fue que perdieron su alma? - Tomo la mano de Evan para que el también escuche esta parte de mi conversación. pues la ultima pregunta se la hago a los señores de la muerte

Agotaste tu energía vital, salvate muchas vidas, vidas que no debían salvarse, todo era un caos. Los gritos de tu abuela, las almas que no fueron recolectadas. recuperamos algunas pero ese chico.

— ¿se convirtió en un fantasma?

— no

Si Sebastián se hubiera convertido en un fantasma yo lo hubiera detectado. Después de morir el desapareció, como todas las almas desaparecen, se fue sin dejar rastro y yo confié en que el se hubiera ido a un lugar mejor a un lugar.

— ¿como pudieron perder su alma?

Estábamos intentando arreglar el caos que ocasionaste

Estoy por gritar que no es culpa mía pero no es verdad, todo cuanto esta pasando en este momento es mi culpa. El alma de Sebastian se perdió por que yo hice un alboroto, estoy metida en este embrollo por que mi familia intento salvarme, el alma de Balthazar esta en peligro por que el se enamoro de mi, Evan casi muere por que era mi amigo. Todo esto es mi culpa, todo, todo es por mi causa.

Todo esto no es tu culpa... comienza a decir Evaristus

Siendo francos si lo es, si su familia fuera otra ella no...

no puede hacer nada ahora, solo puede cumplir con su misión y arreglar todo esto.

Cierro los puños con fuerza.

— Beth...

— todos tiene razon, todo esto es por mi culpa — comienzo a caminar fuera de la cueva

— ¿A donde crees que vas?

— A terminar con Gisli y a traer el alma de Balthazar de regreso.

Evan toma con fuerza mi mano

— No debes sentirte culpable por lo que paso

— ¿por que no?, ellos lo piensan y te aseguro que todos los seres mágicos que saben mi historia también lo creen

todo el mundo sabe que lo que hicieron estuvo mal pero... - la voz de Dimitri vuelve a hacer eco en mi cabeza.

— ¡¡pueden callarse!!

Coloco mis manos sobre mi cabeza, no quiero escucharlos mas, quiero que mis pensamientos solo sean para mi, quiero que mis miedos y preocupaciones solo puedan ser sentidas por mi, no por ellos, que no lo entienden, no por seres que han olvidado amar o ser humanos. Me encantaría alejarme pero no puedo, por que donde este no dejare de ser quien soy.

De pronto siento las manos de Evan a cada lado de mi cabeza,mientras acerca su frente a la mía.

— ¿que ...

— shhhh

Y de pronto todo se queda en silencio, las voces de los señores de la muerte han desaparecido, y solo ha quedado el silencio.

—¿que has hecho?

— un truco que aprendí por ahí - dice mientras sus ojos se quedan fijos en mi - ¿esas son lagrimas?

Me cuestiona Evan sin dejar de mirar mis ojos, los cuales estoy segura que estan rebosantes de lagrimas

— no, no son lagrimas - digo mientras intento girar mi cabeza, pero las manos de Evan me detiene

— genial - dice Evan sonriendo

— ¿Porque es genial?

— por que odiaría besarte mientras lloras.

Y sin mas me besa.

La condena anticipada - El inicio de la destrucción. (CA 2) ¡¡TERMINADO!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora