Espada y sangre

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- ¿que tipo de decisión has tomado?

- para salvar a todos necesito hacer ciertos sacrificios

-          Lo que me estas pidiendo esta prohibido - dice Evaristus con voz seria

-          Lo hicieron una vez, pueden hacerlo una vez mas

-          Hacer eso no fue gratis

tiene razón, el precio fue alto para mi pero no estoy segura de cuanto le costo a ellos.

-          Necesito encontrar al culpable, salvar al mundo mágico y necesito encontrar a Balthazar.

Me había costado una vida volver a él, no podía perderlo otra vez.

-          las cosas serán diferentes esta vez

- ¿de que hablas?

- Has cumplido tu condena, has pagado tus pecados....

- Eso lo se - digo interrumpiendolo

-          Tu vida es compleja, tu existencia es incoherente. La vida y la muerte se unieron para darte algo. Alguien se sacrificó por ti y tú ¿pides de nuevo esta condena?

-          No solo es por mi

-          Y sin embargo te verás beneficiada con ello

Miro a Evaristus, creí que seria facil convencerlo, pero veo qeu me habia equivocado. Lo miro fijamente sin plaquear ni un momento en mi desicion, si el ve duda o miedo estoy seguro de que se negara. Nos quedamos ahi yo mirandolo con determinacion y el observandome en silencion, despues de lo que creo que es una eterminada lo escucho suspirar.

-          Ven aquí hija de la vida y la muerte, ven aquí que cumpliré tu deseo

Camino lentamente hacia el, lo veo mover la mano y sin darme cuenta somos trasportados al gran salón donde se encuentran los tronos de los cuatro grandes. Caminamos lentamente mientras nuestros pasos hacen eco en aquel salón vació.

-          Lo que pides es difícil, y lo que hare será complicado. ¿estas segura de esto?

-          Si- digo mientras una diminuta parte de mi quisiera gritar y salir corriendo de ahi.

Evaristus se detiene justo en el centro del gran salon, se gira con lentitus hacia mi y extiende sus manos. yo me quedo ahi y al ver que no hace nada extiendo mis manos también, es entonces que una daga cae en mis mano.

-          La esencia de la muerte te ha acompañado siempre, sin embargo para volverte una vez mas una de nosotros debes de cometer un pecado

Miro la daga frente a mi

-          Yo...

-          el suicidio es el pecados que muchos cometen, cuando esto ocurra tu esencia despertara una vez mas

mis ojos vuelven a la daga y después al ser frente a mi.

-          ¿Moriré?- pregunto aunque se que parece tonto.

-           Si todo funciona no lo harás

Doy un largo suspiro mientras pienso cual será el mejor lugar para enterrar la daga. Intento que las imagenes de mis padres, mi abuela, Evan y todos mis amigos no se atraviesen en mi desicion. Contengo el aire, tomo con fuerza la daga, cierro los ojos y entierro lo mas profundo que puedo la hoja de la daga en mi estomago.

El dolor es grande, la sangre comienza a brotar, siento que el aire me falta. ¡¡Dios esto duele!! Abro los ojos y miro a Evaristus esperando recibir de el una aprobación, sin embargo lo que encuentro es completamente diferente.

Mis ojos se abren como platos cuando veo que El Shinigami frente a mi tiene empuñada una enorme espada que es clavada en mi antes de que pueda darme cuenta.

Las sensaciones se apagan, el tiempo se frena, mis ojos no pueden dejar de mirar a Evaristus quien lentamente retira la espada de mi. Caigo de rodillas mientras veo que la sangre sigue brotando de mi cuando estoy por hablar, el ser frente a mi levanta una vez mas la espada y la blande con total facilidad. El corte en mi cuello silencia mi voz justo antes de que pueda emitir cualquier sonido.

El aire se congela en mis pulmones mientras intento con desesperación que el momento termine.

Veo como Evaristus toma la daga que he dejado caer, me mira un segundo y después camina lentamente hasta su trono, mientras una sonrisa se dibuja en su rostro.

La condena anticipada - El inicio de la destrucción. (CA 2) ¡¡TERMINADO!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora