"Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo."
-Wow- dijo el rubio con sarcasmo mientras se recostaba sobre la mesa -eso suena muy poético-. Jeno negó mirando al contrario y cerró el libro que había terminado. Llevaba un mes entero leyéndole a su amigo para interesarlo en la literatura, pero al parecer nada funcionaría.
-Bien señor diversión. Las clases están por empezar y nadie quiere llegar tarde con el profesor Kim. Será mejor que nos vayamos- el mayor se levantó tranquilamente tomando su bolso y se dirigió hacia la puerta silenciosamente. Donghyuck, quien aún se estaba estirando en la silla, corrió para alcanzarlo.
Cuando salieron de la biblioteca el pasillo estaba repleto de estudiantes y el típico murmullo que formaban sus conversaciones. Los dos amigos iban caminando a la par sin prestar mucha atención a su entorno. Jeno avanzaba imperturbable con una sonrisa serena mientras que Donghyuck iba tambaleándose junto a él distrayéndose con cada cosa que veía pasar.
-Mira a esa perra- Donghyuck fijó su vista en un punto más adelante. Jeno pudo distinguir cerca de su salón a Mark hablando con una chica muy linda, por cierto, que al parecer estaba tratando de invitarlo a salir.
-Pero Mark oppa...- la extraña se colgó del brazo del canadiense y formó un puchero. Trataba de ser tierna aunque no se esforzaba, ya que casi nunca la rechazaban. -Por favor ayúdeme a estudiar, no querrá que alguien tan linda como yo desapruebe ¿o sí?- Mark sonrió incómodo y trató de zafarse del agarre de la contraria.
-En serio, no soy bueno para dar clases. Deberías buscar a otro.- la chica siguió con sus juegos alterando al rubio que miraba de lejos. Donghyuck se puso a la defensiva con los celos a flor de pie.
-¿Cómo se atreve? Nadie me quita a MI canadiense cejas de gaviota y mucho menos alguien así de asquerosa.- Jeno rió ante el apodo extraño que había usado su amigo.
Donghyuck se había enamorado de ese chico desde el momento en que lo vio. Mark era un extranjero que apenas podía comunicarse, en otro idioma que no fuera inglés, que se había mudado a Corea hace unos meses. Verdaderamente era un chico encantador. Era apuesto y cordial con todos sin excepciones. Aunque tenía una personalidad mucho más cálida que la de Donghyuck, los dos eran geniales en hacerse bromas tontas entre ellos e incluso a veces a otras personas. A Donghyuck le había parecido un chico muy tierno y agradable y lo había marcado como su objetivo en pocos días y, como Jeno lo apoyaba en todo, también lo ayudó en esta ocasión.
-¿Tu canadiense?- Jeno molestó a su amigo -¿Hay algo que quieras contarme?- Donghyuck rió sarcásticamente.
-¿Te crees el gracioso? No pasó nada. Pero ya verás. Nadie puede escapar de una hermosura como yo.
Jeno lo empujó negando recibiendo otro empujón como respuesta. Los dos entraron a su salón y se sentaron en los asientos del medio como era de costumbre.
-Hablando de novios... ¿Cómo va lo tuyo con ese chico deportista?- Jeno rodó los ojos. Sabía a quién se refería y la verdad no estaba de humor para hablar de él -No recuerdo su nombre. Creo que era Jaenim o algo así.
-Jaemin- se quedó pensando por unos segundos. -¿Qué crees qué pasó? No lo volví a ver nunca. Tampoco me interesaba- Eso era mentira. No se había olvidado de Jaemin.
Su equipo había jugado unas semanas atrás un partido de fútbol contra la "escuela enemiga", como la llamaban, el instituto secundario Hanmin. Jaemin era nuevo en el deporte y era la primera vez que Jeno lo veía. El mayor se sorprendió al ver a un chico tan lindo entre el grupo. Casi todos los deportistas tenían aspecto rudo, pero él no, Jaemin parecía un apuesto príncipe que encantaba a todas las doncellas, y claro a Jeno. Se había puesto tan nervioso cuando el juego empezó que había errado mínimo dos tiros, lo que era malo ya que él era de los mejores jugadores y el capitán del equipo. Luego del partido lo había encontrado en los vestidores e incluso le había hablado, pero no calculó su tiempo y cuando quiso invitarlo a salir este ya tenía que irse. Sin embargo seguía pensando en él. Era un chico hermoso y no podía evitar soñar con reencontrarse. Por suerte lo haría en el próximo partido el cual, cabe aclarar, era ese mismo jueves.
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Ambos
FanficLa vida de tres estudiantes de preparatoria da un vuelco cuando se encuentran. Renjun, Jaemin y Jeno saben que tienen una conexión, pero ninguno de los tres cree posible amar a dos personas a la vez. Tal vez sus ideas cambien un poco a medida que se...