Ambos

10

Ya habían pasado unas semanas desde el incidente en la escuela. La vida para Jeno y Renjun seguía casi igual, al menos nadie les pegaba. Era cierto que Jeno había perdido algo de popularidad tras la impactante revelación pero nada que afectara mucho al rubio. Esa era la verdad. Nada había pasado. Y nada era literalmente nada. Jeno y Renjun seguían siendo los mejores amigos de siempre. Luego de una semana de amor mutuo y un avance increíble que parecía estar apunto de convertirlos finalmente en pareja todo se detuvo e incluso retrocedió.

Donghyuck se preocupó por la pareja cuando vio que ya no se tomaban de la mano y solamente se trataban como amigos. ¿Es que acaso esos dos idiotas, luego de pasar por tanto, todavía no se daban cuenta de lo que sentían? Estaba indignado, él quería verlos juntos como siempre había soñado. Y si él lo quería, lo conseguiría.

Era viernes de nuevo y el pequeño grupo de amigos se encontraba caminando por los pasillos hacia la salida del instituto. Mientras Jeno y Renjun caminaban tranquilamente uno al lado del otro, Mark y Donghyuck iban detrás riendo estruendosamente. En cuanto cruzaron las puertas y salieron al aire libre Donghyuck se abalanzó sobre los dos más adelante y los detuvo, asustándolos claramente. Renjun se dio la vuelta enfadado y miró con cara asesina a su amigo.

–Tarado.– el chino le pegó suavemente en la nuca y el contrario se quejó exagerando –casi me das un infarto grandísimo idiota.–Donghyuck hizo un puchero y Mark se acercó riendo.

–Bien, como quieran– Donghyuck se hizo el desinteresado y empezó a dar vueltas en el lugar confundiendo a todos –yo solo iba a darles una sorpresa, pero si no la quieren, no importa.

–Yay– Renjun lo empujó suavemente deteniéndolo –no te hagas el ofendido ahora. ¿Cuál es la sorpresa?– Donghyuck se hizo el pensativo y miró a los lados con un aire infantil que exasperaba al chino.

–¡Sorpresa!– Renjun y Jeno sintieron como un cuerpo les saltaba a la espalda por segunda vez en el día. El chino se dio la vuelta enojado y cansado de ese juego pero se sonrojó violentamente cuando vio que era Jaemin el que lo había hecho. El menor sonreía divertido y los miraba con amor. Renjun y Jeno notaron que no se acercó a saludar a los demás, solo los veía a ellos. El chino se sonrosó aún más. Se sentía lindo ser único.

Una estruendosa y aguda risa los sacó a los tres enamorados de su ensoñación. Chenle y Jisung se acercaban corriendo con un helado cada uno. Una vez estuvo el grupo entero, Donghyuck sonrió en grande y comenzó a hablar parándose frente a los demás.

–Muy bien, aquí está mi sorpresa– el rubio hizo suspenso –como es viernes y el lunes no tendremos clases por el feriado de Gaecheonjeol (día que se fundó Corea) pensé que sería buena idea ir a Busan para pasar el rato.– Todos suspiraron ante la sorpresa, Donghyuck en serio se había esforzado esta vez. –Ya tenemos el hotel y el transporte, lo único que falta es que cada uno de ustedes mueva su pequeño traserito y prepare las maletas rápido porque mi auto solo va a esperarlos hasta media noche, no más– todos rieron felices y comenzaron a comentar lo emocionados que estaban.

En poco tiempo ya todo el mundo se dirigía a sus respectivas casas para prepararse. Durante el trayecto de vuelta, el grupo acordó que estarían listos para las 10 y que una vez juntos comprarían comida para el camino y saldrían lo antes posible, después de todo iban a ser mínimo 4 horas de viaje.

Renjun llegó a su hogar con una brillante sonrisa. Su mayordomo lo cuestionó y luego de una breve explicación por parte del menor, el hombre decidió ayudarlo a prepararse. El chino buscó rápidamente lo que necesitaría y le dejó el resto del trabajo a su sirviente, no solo por que se había propuesto él mismo  ayudarlo sino también porque sabía perfectamente que él no sería capaz de guardar todo de forma prolija en un bolso.