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Donghyuck suspiró exhausto. Él y Mark caminaban a la par mientras cuidaban que Chenle y Jisung no se desviaran demasiado del camino. Esa tarde, cuando salían del instituto, Mark había recibido una llamada de Jaemin quien quería que ellos se encargaran de cuidar a los dos menores que estudiaban con el rubio. Todo hubiera estado bien para los mayores, era una oportunidad para pasar tiempo juntos, pero no esperaban que cuidar de esos dos chicos sería tan difícil.

Ya había pasado una hora desde su horario de salida, pero ellos seguían dando vueltas por el centro de la ciudad. Los menores les habían pedido absolutamente todo lo que se les había ocurrido. Primero había sido un helado, luego ir al parque, a los juegos, un peluche, compras en el centro, y así se encontraban en ese momento. Donghyuck se arrastraba junto a un calmado Mark mientras Chenle y Jisung caminaban adelante deteniéndose en cada tienda que llamara su atención.

–¿Te encuentras bien?– Mark miró preocupado a su amigo.

–Estoy cansado de cuidar de adolescentes fracasados como esos– Donghyuck señaló acusatoriamente a los dos chicos que se habían detenido para mirar un peluche azul gigante.

–No creo que sea tan malo, pasamos tiempo juntos.– El rubio se sonrojó.

–Bueno... pero hubiera sido mejor si pasábamos tiempo en otra situación.– Mark rió y miró con ternura a su amigo.

–A mi me gusta... I can see your caring mommy side. (Puedo ver tu lado protector de mamá)– y ahí estaba otra vez. Donghyuck lo odiaba. Odiaba no poder entender lo que le decían.

–¡Hey!– Mark se detuvo al notar el tono molesto del menor –no me gusta que me hables en inglés. Quiero entender lo que dices. Es realmente molesto.– Mark hizo una pequeña mueca de arrepentimiento y se acercó más a su amigo.

–Perdón, no pensé en eso.– Donghyuck bajó la vista un poco menos enojado.

–Entonces... ¿me dirás que dijiste?– el rubio miró con picardía a su mayor.

–Yo solo dije que...– Mark suspiró frustrado con las mejillas rojas, bajó la vista y habló bajo para que solo él contrario lo escuchara –Dije que me gusta porque pareces una mamá.– Donghyuck se sonrojó violentamente, quería apartarse pero el canadiense lo detuvo. –Es cierto, siempre que habló en inglés es para decir lo hermoso que te ves a cada momento.– Donghyuck miró sorprendido al contrario, no lo detuvo cuando se acercó a él. Sus respiraciones se mezclaban, se juntaban cada vez más. Mark miraba hipnotizado los labios del rubio, mientras que este esperaba con los ojos casi cerrados y el corazón latiéndole desbocado.   –Por eso habló inglés tan seguido.– el mayor se acercó precipitadamente a lo labios del contrario. Simplemente los rozaron, hubieran querido hacer más, pero los dos menores los interrumpieron con sus gritos. Donghyuck rodó los ojos y se separó de su amigo.

–¿Qué les sucede ahora fetos horrendos?– los menores corrieron asustados por el tono del mayor mientras reían. Donghyuck miró de reojo a Mark y se avergonzó, prefirió perseguir a los otros dos a quedarse en esa incómoda situación. –¡Hey! Vuelvan aquí pequeñas fallas.– Mark rió mientras admiraba a Donghyuck, quien seguía viéndose hermoso incluso en esa situación. Siguió suspirando a sus amigos que ya se encontraban lejos.


[...]


Renjun divisó a Jeno a lo lejos, sonrió y se acercó trotando hasta el menor. El rubio lo vio llegar con ternura.

AmbosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora