12

254 40 2
                                    

–Eeeeo

–Eeeeo

–Eo

–Eo

Perfect Donghyuck se hizo a un lado para dejar subir a los demás a la camioneta, la cual era más grande de lo esperado, luego de su "prueba de amistad". Después de dejar sus bolsos en la cajuela, de a poco, empezaron a acomodarse todos en sus asientos apretujados junto a las, casi interminables, bolsas de comida.

El conductor era Mark —al que consideraron el más responsable por el simple hecho de ser mayor aunque todos sabían que no era cierto—, el copiloto era Donghyuck, siendo este el dueño del vehículo. Atrás iban los menores, Jisung y Chenle. Como era de esperar, Renjun, Jeno y Jaemin iban juntos en la última hilera de asientos.

–Muy bien maricas– Chenle miró al rubio en el asiento de adelante con odio. –¡Vamos!– el resto gritó emocionado y Mark arrancó dirigiéndose a donde el GPS marcaba.

Entre risas y chistes malos, canciones cantadas a todo pulmón y, por supuesto, peleas de comida, el viaje fue pasando de forma agradable. El grupo de energéticos amigos hizo a un lado sus preocupaciones para pasar un buen momento y entre todos lograron divertirse reforzando aún más su inquebrantable unión.


[...]


Rondando las 3 de la mañana la energía empezó a bajar y de apoco todos comenzaron a dormirse. Mark y Donghyuck habían cambiado de puesto siendo este último el que se encontraba manejando al momento. Los dos menores dormían cómodamente hacía rato pegados como dos stickers. En los asientos de atrás Renjun jugaba un juego tonto en su celular mientras los otros dos lo observaban con atención.

Aunque la tensión en esa parte del auto había sido notable en algunos momentos, a esa hora ya ninguno tenía suficientes energías como para preocuparse. Jeno dejó de mirar el teléfono de su amigo y se recostó contra una de las puertas del auto. Renjun lo vio con atención y decidió dejar su celular de lado para dormir al igual que los otros. Mientras que el castaño se apoyaba en el hombro de Jeno, Jaemin se acomodaba contra la otra puerta de la camioneta.

Renjun no iba a aceptar nada de eso. Tomó al rubio frente a él de la mano y tiró atrayéndolo hacia él. Jeno pasó un brazo sobre su mayor para funcionar de almohada y vio como Jaemin se acurrucaba contra el pecho de Renjun.

–Lo ven, tanta tensión solo nos separa. En realidad estamos muy bien de esta forma– comentó Renjun en un susurro ya algo adormilado. Jaemin sonrió al igual que Jeno y los dos apretujaron al chico del medio con amor.

Era verdad. Tenían que resolver sus problemas cuanto antes, solo les traían estrés y ellos sabían que lo que en realidad querían era una vida tranquila. Abrazos, besos y mañanas despertando juntos. Sonaba muy bien, pero tal vez sólo era posible en sus sueños.

Donghyuck, quien aunque manejara no había dejado de prestar atención a la escena, sonrió satisfecho al ver lo fácil que había parecido eso. Miró de reojo hacia un lado para saber si Mark estaba durmiendo. Cómo sus ojos se encontraban tapados por una gorra no pudo asegurarlo, pero de todas formas lo entristeció. El rubio volvió a centrarse en la carretera

El canadiense, en realidad despierto, pensó en Donghyuck. En serio quería arreglar las cosas con él, pero todo parecía imposible en ese momento. Se mantuvo aún despierto en un silencio incómodo —aunque solo para él ya que el otro no tenía idea de que no era el único con los ojos abiertos— mientras pensaba.

Ya luego de que hubiera pasado casi una hora desde que los demás se habían sumido en sus sueños, Mark estaba completamente seguro de que nadie, además del destinatario de sus palabras, lo escucharía.

AmbosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora