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Chenle abrió los ojos lentamente. Sintió un peso sobre él y un gran dolor de espalda. Se levantó empujando lo que sea que estuviera arriba suyo y se sobresaltó al escuchar como alguien se quejaba. Jisung se despertó y se apartó de Chenle algo dormido. Este último se sonrojó violentamente al darse cuanta de que había dormido en las piernas de Jisung. Le restó importancia al asunto y miró al rededor. Notó que todos estaban durmiendo abrazados. Por un lado estaban Mark y Donghyuck, quienes estaban sentados en el piso apoyados contra el sillón y dormían en la típica posición de cucharita. Luego, sobre el sillón, estaban Renjun, Jaemin y Jenos, los tres abrazados entre sí con Renjun y Jaemin recostados sobre el pecho de Jeno. A Chenle se le hizo muy tierna la escena pero también extraña considerando que él no creía que ninguno de ellos tuviera una relación tan estrecha como para dormir de esa forma. Inmediatamente se acercó a Jisung y lo empujó para que se despertara.

-Hey- Jisung abrió un ojo todavía con algo de sueño y miró Chenle -¿No te parece raro como están durmiendo todos?- Jisung recorrió la habitación con atención y luego miró a Chenle con una pequeña sonrisa. Ambos estallaron en risas provocando un escándalo que despertó a todos los presentes.

Donghyuck abrió los ojos sobresaltando y se alejó de Mark despacio cuando notó que estaban abrazados. Mark lo miró extrañado pero apartó la vista en cuanto sus ojos se conectaron y su cara tomó un fuerte color carmesí.

La otra pareja tuvo una reacción bastante parecida. Jeno se asustó con las risas y tomó con fuerza a los dos chicos que dormían sobre él en un inconsciente intento de protegerlos. Jaemin también se despertó e hizo caso a Jeno apegándose más a su cuerpo y protegiendo con su brazo a Renjun también. Renjun por otro lado, estaba tan cómodo en esa posición que le tomó un poco más de tiempo despertarse. Cuando lo hizo, el efecto de la sorpresa ya se había pasado y solamente quedaba la vergüenza e incomodidad. Miró hacia arriba curioso por saber quien había sido su cómodo almohadón y se sonrojó al ver que Jeno y Jaemin lo miraban a él y entre ellos incómodos y también con un sonrojó. Todos se fueron levantando y alejándose lentamente. Nadie hablaba, todos pensaban en lo que había pasado y se guardaban cualquier comentario para ellos mismos. Incluso Jisung y Chenle se mantenían en silencio. Esa había sido una mañana que no olvidarían.


[...]


Desde esa vez en la casa del chino mayor, las cosas habían estado extrañas entre Jeno, Jaemin y Renjun. Aunque Donghyuck y Mark se habían hecho más cercanos todo había resultado contrario a lo predicho para los otros tres. Renjun y Jeno eran los que más lo notaban. Estar en las mismas clases y pasar el tiempo libre juntos se había vuelto muy incómodo para ambos. Jaemin no estaba al tanto de la situación pero igualmente los mensajes de texto transmitían la misma incomodidad que, él imaginaba, se hacía presente en la realidad. Por esa razón es que ese día Jaemin salía de su escuela apurando. Lo había pensado un tiempo y había decidido que salir con los otros dos sería la solución para sus problemas.

Cuando llegó al instituto de sus amigos eran las 4:27. Llegaba a tiempo considerando que su salida era a las 4:30. Cuando la hora del final de clases se hizo, un gran conjunto de adolescentes salió por la puerta, pero Jaemin no vio a nadie conocido entre la multitud. Habían pasado diez minutos ya cuando vio salir al pequeño grupo conformado por Donghyuck, Mark, Jeno y Renjun. Se acercó sonriente y se pusó en el camino de sus dos objetivos. Donghyuck y Mark se divertían tanto juntos que no les molestó que Jaemin no los invitara y solamenta pasaron de largo saludando al rubio con la mano.

-Bien- Jeno y Renjun miraron a Jaemin tímidamente, algo que habían hecho entre ellos durante los últimos días. -Se que las cosas están muy incómodas entre nosotros desde la última vez, por eso pensaba que sería bueno si fuéramos a tomar algo juntos. Hay una cafetería muy buena que mi mamá ama y estoy dispuesto a llevarlos hoy que conseguí que ella me prestara su auto- Jeno y Renjun se miraron entre sí y se dispusieron a negar pero Jaemin los interrumpió -Nada de esto fue una pregunta- el rubio los tomó a ambos de la mano y los llevó hasta el auto que había aparcado perfectamente frente a la escuela.

Él y Jeno iban en los asientos de adelante con este último como copiloto mientras que Renjun iba atrás. Jaemin sonrió feliz de cumplir su cometido y encendió el auto. En menos de 15 minutos el trío ya se encontraba en el centro de Seúl frente a una pequeña cafetería con aspecto amigable. Jaemin los guió adentro y los llevó hasta una mesa cerca de las ventanas por donde entraba la luz del atardecer. Jeno y Renjun se sentaron juntos mientras que Jaemin se sentó en frente. La mesera les dejó un menú a cada uno y el silencio reinó.

Los tres leían la lista de comidas callados. Ni siquiera Jaemin se atrevía hablar. Jeno miró apenado a los dos chicos sentados en la mesa y dejó la carta a un lado.

-Es verdad que las cosas han estado raras- inmediatamente Jaemin y Renjun prestaron atención -Quiero que hablemos de eso. Yo sinceramente no entiendo por qué todo es tan incomodo. Ese día cuando nos despertamos juntos en realidad yo estaba feliz. Ustedes tenía miedo y yo había logrado calmarlos a ambos y hacerlos pasar una linda noche. Creía que todo estaría bien, pero luego en el desayuno tampoco hablamos y ahí fue cuando empezé a dudar si en realidad había sido una buena idea dormir así con ustedes.- Renjun bajó la vista apenado. Sentía que él también les debía una explicación ahora que Jeno se había abierto a ellos.

-Yo...- la atención ahora pasó a Renjun -yo también pasé una linda noche esa vez. Normalmente no veo películas de terror porque luego intentar dormir es un infierno, pero esa fue la primera vez que me sentí realmente cómodo durmiendo, e incluso si no hubiera mirado la película se que ese hubiera sido mi lugar preferido.- se pausó un momento -El problema fue simplemente que me dio pena. No suelo dormir con otras personas a menos que tenga mucha confianza en ellas. Siento que es un momento en el que estoy indefenso y por eso necesito seguridad plena para hacerlo. Pero a ustedes los conocí hace poco y sin embargo dormí abrazado a ambos. Creo que solamente era vergüenza.

-Está bien- Jeno tomó su mano dulcemente con una sonrisa sincera -Te entiendo.- el único que faltaba era Jaemin.

-Bueno. Ahora siento que estoy comprometido a explicarme también- Jeno sonrió aún más y tomó la mano de Jaemin también para darle fuerzas. -Creo que yo también sentía vergüenza. Recién los conocía el día anterior y ya habían pasado muchas cosas con ambos.- miró de reojo a Jeno, apenado y algo avergonzado. -Nunca me había sentido tan bien con una persona que acababa de conocer, pero ustedes lograron reconfortarme. Incluso Renjun, aunque también estaba asustado, me transmitía paz cuando lo miraba en medio de la película.- Jeno y Renjun rieron, este último algo sonrojado -Lo siento por hacer las cosas incómodas.

-Yo también lo siento- Jeno apretó sus manos y mostró su eye smile mientras se disculpaba.

-Si- Renjun se disculpó de mala gana -también lo siento.

-Ah... ¿Lo escuchas Jeno? Parece que lo estamos obligando. Que dramático- Jeno río ante las palabras de Jaemin.

-Mmm... es cierto. Debería enseñarle modales. El señorito no sabe que pedir perdón es algo común en la vida.

-Hey- Renjun empujó a Jeno -dejen de molestarme ustedes... ¡molestos!- Jeno y Jaemin estallaron en carcajadas y siguieron burlándose de su mayor divertidos por las reacciones de este.

Luego de pasar un buen rato en la cafetería bromeando, todo rastro de incomodidad entre ellos desapareció y todos volvieron a ser los amigos que estaban destinados a ser. No querían separarse cuando se hizo tarde, pero cada uno fue llevado a casa por un amigable Jaemin que se ofreció a dejar a cada uno sano y salvo en su hogar.

Una vez cada uno estuvo en su habitación listo para dormir, pensaron en lo que había pasado ese día. El amor entre ellos crecía cada vez más y estaban seguros de que perduraría por mucho tiempo. Esa noche en la que los tres estaban cansados las dudas se desvanecían, y en las mentes de los tres amantes solamente se cruzaba el profundo amor que les profesaban a sus contrarios, no a uno, sino a ambos.

AmbosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora