Ambos

18

Jisung despertó por un golpe en su abdomen. Abrió los ojos sobresaltado, pero sonrió al ver que solo había sido su hermoso novio. Chenle volvió a girarse sobre la cama incomodo en medio de su sueño, el menor lo cubrió mejor con las mantas y se levantó para dirigirse al baño y prepararse para esa salida con sus amigos que habían planeado por tanto tiempo.

Desde que habían vuelto de Busan todo había mejorado notablemente entre el grupo. La tensión entres los mayores técnicamente ya no existía. El menor los notaba incluso más unidos. Renjun, Jaemin y Jeno parecían siempre muy cercanos, Jisung estaba seguro de que había algo entre ellos, le gustaba la idea. Esa vez se encontrarían a jugar bowling porque Donghyuck y Mark tenían un aviso que hacer. El rubio sonrió completamente seguro de que anunciarían su noviazgo.

Por otro lado, su relación con Jisung ya era completamente pública. Al principio algunas personas les habían hecho comentarios despectivos, pero a ellos nos les afectaban. Luego de unas semanas ya todos se había acostumbrado y, de hecho, se habían vuelto bastante populares entre las chicas. Todas se emocionaban al verlos juntos. Sabían que incluso algunas les tomaban fotos cuando hacían cosas tiernas en público. No les molestaba por el momento. El mayor y él habían sido bastante cercanos siempre, pero luego del primer beso la intimidad era aún más. Se acostumbraron a dormir juntos siempre, sus madres los regañaban por salir de casa todas las noches solo para estar juntos, pero ellos sabían que en realidad estaban felices por ellos. Sus manos nunca se separaban sin importar el lugar o la situación, y ya habían recibido detención varías veces por estar en su mundo de enamorados durante clase, hablando en susurros o arrojándose papelitos cuando los sentaban lejos.

Jisung terminó de cambiarse y se acercó a su tierno novio. Comenzó a acariciar su cabello y dejar besitos en sus cachetitos suavecitos. Chenle fue despertando de a poco entre pequeñas quejas.

–¿Ya tengo que levantarme?– el menor rió enternecido

–Vamos lindo

[...]

Ya llevaban un rato jugando bowling. La gente los miraba, pero ellos solo estaban divirtiéndose. Eran el grupo más escandaloso de todos. Entre risas, gritos de celebración y pequeñas peleas por comida llenaban el lugar de diversión. Cantaban y bailaban distraídos, pero sobretodo competían, porque así era su espíritu. Al final de la segunda ronda Jeno volvía a ganar. Todos gruñeron con insatisfacción. Chenle se puso de pie de repente.

–Oigan, Donghyuck, todavía no diste la noticia.– el mencionado sonrió emocionado con un pequeño sonrojo.

–Es cierto, no di la noticia– Mark se levantó nervioso y se posicionó junto al rubio tomando su mano discretamente.

–¡Todos!– el canadiense se sobresaltó al notar que su pareja no pensaba hacer la noticia nada reservada –¡Mark es mi novio! Me pertenece– el grupo gritó dándole ánimos y llamando mucha atención. Luego de felicitaciones y más escándalo comenzaron a juntar sus cosas y dirigirse a otro lugar para seguir festejando.

–¡Karaoke!– el grupo fue al lugar dicho y se divirtió como nunca.

Esos eran ellos, únicos, pero estaban juntos. Siempre estarían juntos, sin importar que tanto la sociedad los odiará, ellos eran felices así, y así se quedarían.

[...]

Eran algo así como las 5 de la mañana. El cielo se veía más claro. Hace rato que el trío debía estar dormido, pero les era imposible. Los tres veían el horizonte tranquilamente sumidos en un hermoso silencio. Dentro, el resto del grupo dormía plácidamente.

–¿Alguna vez pensaron que harán en el futuro?– Renjun preguntó sin quitar la vista del cielo. Los otros dos no respondieron por un rato, hasta que Jeno se decidió por hablar.

–¿Te preocupa?– Jaemin esta vez vio a los otros dos curioso.

–Muchísimo– el menor hizo una pequeña mueca.

–¿Por qué te preocuparía eso?– el castaño no respondió, Jeno lo hizo en su lugar.

–Por lo mismo que a todos. Porque nada es para siempre– Jaemin bajo la vista apenado.

–¿Tienen miedo de perder algo?– Renjun y Jaemin pensaron unos segundos y luego respondieron al mismo tiempo.

–A ustedes.

–Nosotros.

El silencio volvió a reinar por unos minutos. Jaemin se levantó de repente y camino tranquilamente hasta Jeno. Se subió sobre él, sentándose en su regazo, y se apoyó contra su pecho. Mientras Jeno lo abrazaba relajándose, el rubio llamó con una mano al chino. Jaemin se corrió un poco al costado apoyándose sólo en una de los muslos de Jeno. Renjun se sentó en el otro y subió sus dos piernas sobre Jaemin. Jeno los abrazó amoroso contra su pecho y besó sus cabezas.

–Nosotros si somos para siempre.– Jaemin tomó las manos de los otros dos con una pequeña sonrisa. –Y si no me creen, tengo una forma de asegurarlo.– Los otros dos lo miraron expectantes seguros de lo que seguía. –Los quiero. Nunca pensé que los querría a ustedes y mucho menos a los dos al mismo tiempo, pero es así, ya lo acepté, y lo deseo mucho– el rubio se acurrucó más contra Jeno y apretó fuertemente las manos que sostenía –solo queda un paso, y estoy listo para darlo, si ustedes también lo están– Renjun sonrió feliz tratando de apegarse más a los otros dos.

–Vamos, dilo. Lo quiero escuchar– Jeno alentó.

–Los quiero mucho ¿Aceptarían ser mis novios?– Renjun dejó escapar una pequeña risa de felicidad mientras asentía desesperado. Jeno tomó al rubio de la mandíbula y le dio un tierno pico para luego repetir la acción con Renjun. Cuando Jeno terminó los otros dos se acercaron felices y se dieron un dulce beso.

–Los quiero mucho.

–Y yo a ustedes.– otra pequeña ronda de besos entre los tres comenzó.

Ahora estaba todo finalmente completo, y esta vez ya no tenían miedo. Era para siempre, nada nunca cambiaría ese hecho. Cierto, tal vez sería difícil, pero juntos podrían. Mientras estuvieran juntos, todo era posible. Ahora ya todos eran felices. Habían logrado superar la prueba más complicada de todas, encontrar el amor y, por sobre todo, aceptarlo de cualquier manera. Porque así funcionan las cosas en este mundo, todo es inesperado, pero el verdadero reto es aprender a aceptarlo todo sin importar como venga.

Fin