🌟Vigésimo segundo signo🌟

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Al final del cap. hay una instancia para ejercer democracia. No ignoren, please xdd. 

Quizás estuviesen a punto de terminar el período de exámenes, pero a Leo no le hacía ninguna gracia porque, el sábado de esa semana, tendría que lavar autos vestido de chica-policía.

Un golpe bajo, muy bajo, para su ego, siendo sincero. Y para peor, ¡Cáncer no estaba incluido en ese castigo! (quizás porque no se coló en el área de esquí para profesionales ni rompió platos). No podría ver al signo agua vestido con ese traje que, según le habían comentado, estaba tan bien hecho. Y cuando intentó convencer a su novio de usarlo para él algún otro día, éste se negó rotundamente.

Ahora él estaba en la mesa para desayunar, otra vez solo (empezaba a madrugar, por alguna razón), con la barbilla apoyada en la madera esperando a que alguien más llegase para poder hablar.

Ese alguien resultó ser una pareja que, días atrás, estaban entre seguir y romper. ¡Y mírenlos ahora!, tan dichosos, tomados de las manos y hablando sobre quién sabe qué.

Los siguió con los ojos como un acosador cuando ambos fueron a buscar la comida y, al momento de corresponder a su mirada, Piscis le saludó radiante con la mano. Leo se sorprendió de que ese mismo castaño hubiese estado faltando a clases por depresión, y ahora le sonreía con las mejillas rojas y los ojos brillantes. Escorpio movió la cabeza nada más, como buen badboy.

—¡Hola, Leo!, ¿dormiste bien?—el signo agua más bajo tomó asiente frente a él y junto a su pareja, feliz—. ¿Dónde está Cáncer?

—Aún no llega.

—Eso ya lo notamos—ironizó Escorpio. Lo miró feo.

—¿Ustedes ya están bien?

Piscis suspiró como colegiala enamorada. En realidad, sí era un estudiante y, además, estaba enamorado. El signo de fuego no era muy original para sus analogías.

—¡S-!

—¿Qué crees tú?

Lo fulminó con la mirada otra vez—. No te pregunté a ti, ¡imbécil!

—No especificaste.

—¡Escorpi!

—Bah—el rubio bufó—. Menos mal que están bien. Les deseo lo mejor y, hm, condones eternos, supongo.

—Casi ni usamos, pero gracias.

—¡Escor-!—el pelinegro le robó un beso. Entonces Leo notó que Piscis, en su mano izquierda, traía puesto un anillo dorado.

—¿Ayer se casaron?

El rojo escaló hasta el rostro pisciano, y se escondió tras el hombro de su pareja.

—Sí, por la iglesia. Aman casar homosexuales, ¿sabes?

—¿Por qué tan malo?—le lanzó un trozo de su pan de huevo.

—S-Solo estamos "comprometidos", Leo—murmuró Piscis. Él enarcó una ceja. Jamás se le habría ocurrido comprometerse antes de los veinte, quizás. ¿Influía en su decisión los años que llevaban juntos?

—Felicidades.

—¡Gracias!

—Hola.

Los tres pegaron un brinco ante la palabra de esa sombra que recién percibían: Capricornio, tan alto e imponente como siempre. Solo Piscis se recobró lo suficientemente rápido para saludarlo agitando su mano.

—¿Qué ocurre? Estás apagado—notó Escorpio. La cabra rodó los ojos:

—Claro, ¡como soy el alma de la fiesta!—e hizo un paso de alguna cumbia. Tanto Leo como Piscis lo miraron con miedo, y ante aquellos ojos el pelinegro se resignó a sincerarse—. Aries está desayunando con un tipo de un club de basquetbol.

Signos de amor [ZODIACO Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora