Signos de amor [ZODIACO Yaoi/Gay]

🌟Vigésimo séptimo signo🌟

—¿Hm? ¿Ya llegaste?

—¿Qué haces en mi cuarto?

—¡No cerraste con llave!

—Sigue siendo mi cuarto.

—¡Y yo tu novio!—los ojos de Géminis repararon en la caja que tenía bajo un brazo—. ¿Qué es?

—Algo—el chico infló las mejillas—. ¿Qué? ¿Te da curiosidad?

—¡Claro que sí! ¡Ven, siéntate acá!—"qué cortes" pensó, al sentarse en su propia cama—. ¡Ábrelo, anda!—rodó los ojos.

—¿Y si quiero hacerlo en privado?—después de todo, estaba la posibilidad de que fuesen los calzones que Leo había pedido. Mínima, pero estaba. ¡Qué cara pondría Géminis si supiera eso!

Probablemente rogaría por ponérselos allí mismo.

Sacudió la cabeza.

Géminis enrolló su brazo con el de Tauro y apoyó su mejilla en el hombro del él. Intentó no distraerse, carraspeando, y sacudió la caja que le había dado el portero hacía unos minutos.

Algo pesado se sacudió dentro.

—Bueno, los calzo- —se interrumpió.

—¿Calzo?

—Nada, nada—¡qué distraído que se ponía con Géminis! Carraspeó con más fuerza, hasta el punto de dolerle, y con la llave de su cuarto partió la cinta adhesiva que mantenía cerrada la caja. Al abrirla, se encontró con otra caja.

—¡Wah!—Géminis se encaramó hacia el paquete—. ¡Un celular! ¡Qué genial!

—Ya me aburría de no tener uno—bufó—. Tenía que estudiar.

—¡Cuando yo no estaba!

Se rascó la mejilla. Cuando estaba con su novio, terminaban o besándose, o viendo vídeos de Vegetta777 en el celular del geminiano.

—Sí, como sea.

—¡Mira! ¡Un papelito!—el chico, sin pedir permiso, lo sacó y desdobló—. Una carta de mi suegra, ¿eh?—suspirando, se lo quitó—. ¡Eh!

—Solo dice que el celular está cargado y con todo la "basura necesaria"—palabras literales de su madre. Aguantándose la sonrisa, sacó el aparato de su envase (que traía audífonos y un cargador) y lo encendió.

—¿Los contactos también?

—La tarjeta se mojó. Maldito Acuario.

—¡¿O SEA QUE NO ESTOY EN TUS CONTACTOS?!

—Hm... ¿No?

—¿O sea—giró la cabeza, viendo la sonrisilla adorable de Géminis—que tendrás que registrarme de nuevo?

—Sí.

De un salto se bajó el escuálido chico de la cama, empuñando una mano y dando giros de felicidad. Tauro no entendió el por qué de eso, así que solo lo miró con el ceño fruncido. Al cabo de unos minutos, Géminis se sentó sobre las piernas de Tauro (quien tuvo que dejar las cajas y otros a un lado, muy rápido) y besó su nariz.

—¿Cómo me pondrás de contacto? ¿Cómo me tenías antes?

—Eh...—entendió entonces—, Géminis.

—¿A qué responde eso?

—¿A ambas?

—¡Pero si soy tu novio! ¡Ponme, eh, "mi amor"! ¡O "novio" y un corazón!