🌟Vigésimo tercer signo🌟

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Aries esperaba pacientemente a la salida del aula de trigonometría a Capricornio, haciendo ritmos con sus pies y jugueteando con sus dedos, con la mochila colgando por delante, apoyada en su estómago. La profesora de física los había dejado retirarse antes a almorzar y como el carnero, que por alguna extraña razón, sabía del horario del pelinegro, y sus aulas estaban cerca, se había quedado esperándolo. Sin avisar.

El timbre sonó y de inmediato una oleada de estudiantes salieron en tropel camino a la salida, casi atropellando a Aries. Se hizo a un lado, junto a la puerta, y se resguardó hasta que pudo finalmente asomar la cabeza hacia dentro del salón sin que nadie lo chocase. Divisó a Capricornio hablando con el profesor, dándole la espalda, así que esperó a que terminase con emoción.

Cuando la cabra se dio vuelta, él le sonrió radiante y sacudió la mano en un saludo "vulgar" (en palabras de signo tierra). Capricornio no le devolvió el saludo: se enfrascó en guardar sus cosas en su mochila café con una lentitud que no podría no ser a propósito. Mohín en labios, se vio esperando otra vez.

—¡Hasta que sales!—exclamó dando un golpe al suelo con su zapato y cruzándose de brazos. Los ojos oscuros del signo tierra lo miraron con esa frialdad tan habitual de antaño. Sin quererlo, se encogió un poco. ¿Estaba enojado con él?—. Hola...

—¿Qué haces aquí?

Como la mirada que le había dedicado siempre se relacionaba con que Capricornio pasara de él, no esperaba que le hablase. Sonrió brevemente, aliviado de que por lo menos no le ignorase.

—¡T-Te esperaba, bobo! ¡Si estamos cerca!

—Ah. Se me había olvidado.

Infló las mejillas. Esos comentarios despectivos sonaban forzados, no como los de meses atrás. Algo pasaba por allí y Aries no se enteraba.

—¿Estás enojado?

—No.

—¿Estás... amurrado?

—No.

—Esto...—apretó los labios, pensante—, ¿no querías verme?

El pelinegro le lanzó una breve y cobarde mirada que desapareció en cosa de un segundo, y no dijo nada. Vaya, ¡había...! Acertado...

¿Capricornio no quería verle?

—¡Pues no me importa!—exclamó antes de que la garganta se le sellara por la congoja—. ¡P-Porque mira lo que traje!

Con las manos temblorosas intentó abrir su mochila, sintiendo su nariz hormiguear (Capricornio no quería verle. No quería verle...). En dos ocasiones casi se le cae su bolso, pero consiguió sacar su carpeta (nueva, nuevecita) y de allí su orgullo del día.

—¡M-Mira! ¡Saqué B+ en física!—y la refregó en rostro ajeno, esperando herirlo con el papel como sus palabras lo habían herido a él.

—Vaya, eso... Está bien—un brillo de interés iluminó el rostro de Capricornio cuando tomó la prueba. Posteriormente frunció el ceño y pasó a la segunda hoja—. Te equivocaste en puras imbecilidades.

—¡Estaba nervioso!—tomó sus manos tras la espalda y balanceó su cuerpo—. Mira la tercera hoja, anda...

—Qué insistente eres—le sacó la lengua. La cabra rio (¡si es que era todo un bipolar!)—. Ya, ya. Ya lo hago.

Con los ojos bien abiertos, como un búho, observó la reacción de Capricornio cuando diese con la sorpresa que él, tan inteligentemente, había preparado. Sonrió triunfante cuando el rostro del chico tomó un ligero, casi imperceptible rubor, y se carcajeó para sí mismo.

Signos de amor [ZODIACO Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora