ESPECIAL II

751 94 4
                                    


Min Yoongi era una persona que tuvo que desarrollar un carácter fuerte ante cualquier circunstancia. Cuando su madre murió por devolverle la vida, su vida dio un giro de 360 grados, fue catastrófico y devastador su pérdida, pero sabía que ella jamás estaría orgullosa de él si es que se derrumbaba y no salía adelante.

Tiempo después su don despertó, dándole una gran sorpresa a los Min al saber que el mayor de ellos era digno de portar un don otorgado por los dioses. Aquel día el pequeño Yoongi se propuso ser parte de la guardia real y ser igual o hasta mejor que su padre.

Su tiempo en el campo de formación fue duro, veía a su padre una vez al mes, cuando llevaban a los mejores de la escuadra para hacer prácticas con los guardias de la frontera y los del castillo. Fue una gran sorpresa enterarse que su hermanito también había decidido seguir sus pasos, encontrarlo en el campo, fue bastante grato, y conocer al grupito de chico que aparentemente se habían convertido en sus amigos, le alegró bastante, ya que veía un gran futuro en aquellos chicos.

Cuando cumplió los 17 años el rey mandó una convocatoria a los del alto mando, solicitando un guardia real para el príncipe mayor de los Park. Fue impactante enterarse que los del alto mando lo habían elegido a él, ya que cumplía con todas los requerimientos y también era el que tenía las mejores habilidades en el campo.

Jamás pensó que el día en que pisara la habitación de aquel príncipe, del cual los rumores que se esparcían por el campo de entrenamiento no eran para nada favorecedores, sería el día en donde encontraría lo que le faltaba a su corazón para llenar aquel vacío que su madre le dejó.

El príncipe Jimin era la representación de la palabra perfección. Su belleza era irreal, aunque aquella apariencia decaída y desgastada era alarmante, no le quitaba la belleza de aquellos ojos, de esos labios que aún estando resecos no perdían su color, de sus finas facciones y de esa nariz que le daban ganas de apretar y besar.

-¿Quién eres?- la voz firme y melodiosa del príncipe lo saco de su ensoñación. Pudo apreciar la confusión y el temor en sus bellos ojos.- ¿Dónde está Sihyukh sunbae?

-Mi padre se ha retirado de la guardia, es por eso su majestad que ahora yo soy el encargado de velar por su seguridad.- respondió intentando que su voz no lo hiciera quedar en evidencia. Noto un ligero rubor en las mejillas del príncipe e inmediatamente recordó que tenía que hacer la reverencia en signo de respeto por su majestad.- Mi nombre es Min Yoongi, espero que pueda confiar en mí, juro velar por usted así me cueste la vida.- Estaba decidido a velar por el bienestar físico y emocianal de aquella criatura etérea. Al alzar la mirada y ver el fuerte sonrojo del contrario se acercó inconscientemente hacia él, pero al notar la sorpresa del más bajo reaccionó y tan solo besó el dorso de su mano.- Estoy a su merced príncipe.

El príncipe salió de su agarre rápidamente, pero estaba seguro que aquel sentimiento abrasador no lo sintió solamente él.

- No es necesario todo esto, puedes decirme Jimin, apuesto a que eres mayor que yo- vio el nerviosismo del príncipe y le pareció bastante tierna la forma en la que tocaba su cabello.-¿Cuántos años tienes?

- Acabó de cumplir los 17 su maj- la mirada de Jimin hizo que parara, se notaba que no quería ser llamado de esa forma.

- Lo ves, eres mi hyung así que no hay necesidad de esos términos.- dijo para luego sonreír, cautivando aún más el corazón adolescente de Yoongi.

Los dos primeros años fueron difíciles, Jimin se negaba a salir de su habitación, pero permitía de a poco que la servidumbre lo viera, cabe destacar que eso le costó un mundo al pobre de Yoongi, y también accedía a mantener las cortinas abiertas durante el día, eso en definitiva era un gran progreso.

EXIMIA DONUM - YOONMIN/VKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora