EXIMIA DONUM - YOONMIN/VKOOK

ANSIEDAD

Reino de los Park - Pueblo del Sur

- ¡Maldita sea Segunwank, apresúrate!

- ¡Esto no es mi jodida culpa Hansol!

Los dos jóvenes se encontraban huyendo del lugar en donde habían estado escondidos por algunos días. Todo había sucedido inesperadamente, que lo único que atinaron a hacer fue huir.

Estaban discutiendo por última vez el plan de rescate, cuando todas las puertas y ventanas se abrieron bruscamente, una fuerte ráfaga de viento azotaba contra aquel añejo edificio. Producto de ello fueron lanzados a diferentes partes de la habitación, una que otra persona fuera de ella.

Hansol era una de estas, junto con Seungwank, que al parecer se había golpeado muy duro contra el suelo. De su cabeza caían los hilos de sangre, y aunque aún estuviera consciente, nada le aseguraba que estaba del todo bien.

Pero antes de que pudiera asegurarse del estado de su compañero, el edificio comenzó a temblar y descender, como si estuviera hundiéndose en el suelo. Rápidamente Hansol tomó el brazo de Boo y salió disparado hacia las escaleras, se encontraban en el segundo piso, así que debían de ser precavidos y cuidadosos en su escape, ya que probablemente empezarían a caer escombros por el camino, como en estos momentos.

Un gran cúmulo de escombros calló justo por detrás de Seungwank, asustando a Vernon, quien inmediatamente jaló de su camisa evitando alguna tragedia, que estaba por seguro jamás se perdonaría.

Cuando por fin llegaron a la salida lograron localizar a sus amigos y alguno que otro parte de la resistencia. Pararon unos segundos a retomar el aliento y sonrieron al percatarse que estaban vivos. Vernon en realidad lo hacía por ver al contrario con vida.

- Gracias.- Boo se paró frente a él, sonriéndole con agradecimiento.- Realmente no sé qué me hubiera sucedido si no hubieras estado a mi lado.

- Si morías, ¿A quién le haría la vida imposible?- No le diría que lo hizo por que realmente le aterraba la idea de no volver a verlo.

Recibió un leve empujón en respuesta, seguido de los bufidos de su compañero. Sonrió ante ello, ahí estaba el Seungwank que conocía.

Pero su alivio y calma duro poco, la tierra volvió a temblar y esta vez con mucha más intensidad. El asfalto empezó a partirse y las grietas se hacían cada vez más grandes, hasta el punto de abrir un hoyo que se llevó todo lo que pudo en su camino.

No todos pudieron escapar de aquella monstruosidad, los pocos que se habían salvado esta vez no pudieron evadir la muerte. Seungwank seguía consciente luego de aquel golpe que se dio en su huída, miraba a su alrededor buscando a sus amigos, pero lo único que lograba visualizar era tierra y más tierra esparcida por el aire.

Intento ponerse de pie, lográndolo con mucha dificultad, ya que se había torcido el pie en su huída. No era para nada grave pero dificultaba su caminar.

- ¡Vernon!- gritó, buscando alguna respuesta de parte del chico, pero esta no llegó.- ¡¿Vernon dónde estás?!

El joven guardia caminaba con dificultad, el respirar se le estaba haciendo tedioso. La tierra ingresaba a sus pulmones y garganta dificultándole la tarea, y aunque estuviera cubriendo su nariz con su antebrazo, no logran que esta no ingresara a su sistema. Su vista le ardía, ya que al igual que con sus fosas nasales, la tierra ingresa a sus pupilas, dificultándole la visión.

Con lo poco que lograba distinguir, visualizo a Woozi junto con Daniel y Sehun, se alegraba que estuvieran bien, pera también noto que los dividía un gran agujero, imposibilitándole acercárseles.