Capítulo 22

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"El lujo de confiar"


Luka y Helen están sentadas frente a frente, cada una en su respectiva cama, hablando de temas triviales mientras Savannah lee un libro de Biología al lado de la asiática. Todas seguían en sus uniformes, siendo sus zapatos lo único faltante. Sin embargo, Luka deja de lado su conversación tan pronto pongo un pie fuera del baño.

El silencio se apodera la habitación.

La rubia es la primera en hablar, su rostro no transmite ninguna emoción, además de un ligero ceño fruncido mezclado con un deje de sorpresa, lo cual me intriga y manda un nerviosismo por todo mi cuerpo.

Si se da cuenta de que use un anulador temporal, no sé cómo va a reaccionar.

— ¿Hace cuánto que llegaste? —siento el alivio llenar cada célula de mi cuerpo ante su pregunta, que parece genuinamente curiosa, tal vez hasta algo sorprendida.

—Poco tiempo, me estaba lavando la cara. —Luka asiente, la perplejidad aún presente, pero decide no insistir.

—En la cafetería estaban dando muffins, y te trajimos uno porque somos un intento de buenas compañeras. —rio un poco ante el anuncio de Helen, quien se levanta y saca de su mochila un pastelito envuelto en papel transparente.

— ¿Qué tal te fue en la biblioteca? —la pregunta de Luka aparta mis pensamientos del delicioso postre, y despiertan un sentido de alerta en mí. La rubia está sentada de piernas cruzadas mientras se frota la sien derecha, sus ojos dirigidos hacia mí. Luka se ve... cansada. Aunque no sé exactamente de qué.

Necesito recordarme a mí misma que todavía me queda mucho que conocer de Luka Anderson. Trato de buscar algún signo de intriga en su pregunta, pero parece igual de inocente que la anterior.

—Eh, bien.

Luka asiente lentamente a mi pregunta, su rostro se contrae en dolor a la vez que su mano atrapa su cabeza. Ella de verdad se ve cansada, y me duele verla así. A lo mejor, Luka preguntó nada más por cortesía, y yo estoy demasiado paranoica.

— ¡Agh! Este dolor me está matando.

—Te dije que te pasaste de glotona. —Helen está retocando su rodete de cabello en frente del espejo, pero eso no le impide lanzarle a Luka el regaño. —Anda a la enfermería.

La aludida asiente lentamente y se levanta calzándose los zapatos rápidamente, se cuelga la mochila al hombro y se despide con un leve "Vuelvo enseguida" antes de irse.

La habitación queda en un silencio que, para mi sorpresa, no es incómodo como el anterior. Sólo siendo interrumpido de vez en cuando por el sonido del pasar de las hojas del libro de Savannah, o las pequeñas maldiciones que Helen murmura entre dientes cuando sus esfuerzos por acomodar su peinado fracasan.

— ¿Lograste estudiar? —pregunta la pelinegra mientras sostiene su cabello con una mano, y con la otra sujeta un ganchito.

Me limito a asentir, a sabiendas de que no pude hacer mucho más que abrir mis libros, y que tendré que sumergirme en la montaña de deberes que se van acumulando en mi espalda. Desenvuelvo el muffin en mi mano y le doy un gran mordisco, el dulce sabor de la vainilla y chispas de chocolate alivian mi hambre.

—Eso es bueno, no deberías atrasarte. —no respondo nada. —En fin, me dormiré temprano hoy, buenas noches. —Helen toma su pijama y se dirige al baño para cambiarse.

Su comentario me deja perpleja, y saco mi teléfono para checar la hora: ocho y media de la noche. No recordaba haber estado tanto tiempo en la oficina de la directora, y estoy segura de que el cielo no estaba oscuro mientras estudiaba en la biblioteca. En un ensimismamiento, repito la la pregunta de Luka, y su estado de sorpresa al decirla "¿Hace cuánto que llegaste?". Siento un sudor frío la nuca, cuando caigo en cuenta:

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⏰ Última actualización: Aug 10, 2019 ⏰

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