Olvida

Capítulo 7

"Dos Caras"

¿Conocen el sentimiento de querer que la tierra se los trague?

Porque eso es exactamente lo que quiero que pase ahora mismo; con todas esas miradas sobre mí como en la primera hora, tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no mirar a los ojos de nadie.

—Tomen asiento, y guarden silencio por favor. —mi madre nos hace señas para que nos acomodemos desde su escritorio. Spencer se va a una esquina en el fondo, mientras que Luka y yo nos sentamos en las primeras filas, al lado de Helen. Sin darme cuenta, quedo en medio de la asiática y la rubia.

¿Cómo pude ser tan confiada? ¡Por supuesto que Luka no iba a estar sorprendida por mi poder en absoluto si sabía de la existencia de la magia! Ahora sólo me siento una tonta; yo le conté mi mayor secreto a ella, pero Luka fue suficientemente discreta como para ocultarme el suyo. Una rabia indefinida crece en mi interior.

— ¿Estás bien Oli? Luces pálida—hago caso omiso de la pregunta susurrada de la protagonista de mis pensamientos de hace medio segundo; siento que quiero vomitar. Además me cuesta mirarla sin querer interrogarla a gritos por lo que acabo de escuchar.

—La muy estúpida dejó su bolso en el aula de Psicología— interviene Helen con un deje de gracia aunque sin malicia, sacando un cuaderno de su bolso. —Aunque sigo sin entender porqué tardaste tanto.

Luka parece meditar la respuesta de Helen, la rubia abre la boca para hablar pero un regaño la interrumpe:

—Silencio por favor—dice mi madre colocándose en frente de la pizarra, puesto que no somos las únicas que hablan: todo el salón estaba cotilleando hace unos segundos.

—Espere—interrumpe Savannah, tiene la mano alzada aunque no espera permiso para hablar. Mi madre (aunque no sé si ahora la deba llamar "Profesora") respira profundamente:

— ¿Si señorita Gloud?

—Según el reglamento, los estudiantes que llegan tarde a clase deben quedarse afuera hasta que termine la hora— dice con una gran sonrisa digna del Grinch, señalándome junto con Luka y Spencer— Además—señala sólo a Luka y Spencer— ellos faltaron a toda la primera hora.

Muchos murmullos se originan en todo el salón. Me revuelvo incómoda en mi asiento. Si nos ven afuera nos castigarán; lo que me preocupa es pasar toda una detención con las dos personas que, lamentablemente, quiero evitar.

Mamá camina hacia su escritorio y chequea la carpeta de registros de la clase. Me fijo en el carnet que cuelga de su cuello: «Amelia Torres. Docente». Al terminar de analizar la asistencia de la clase anterior, baja la carpeta y se dirige hacia Savannah.

—Tiene razón Gloud— dice mamá luciendo un poco desconcertada, pero sin perder la compostura.Después su mirada se dirige a Luka y a mí—Harries, Anderson, Westwick, se quedarán fuera el resto de la clase; asegúrense de ponerse al día.

Me quedo boquiabierta.

No-no-no-no-no-no ¡No!

Luka empieza recoger sus cosas mientras despotrica en contra de Savannah, sus padres y todo aquél que ayudo a traer su vida al mundo; Spencer sólo se levanta con aires pesados, como si todo esto lo aburriera, y sale sin hacer más ruido que el de la puerta al cerrarse.

—Vamos Oli—me apremia Luka al ver que sigo petrificada en mi asiento. Sacudo la cabeza para despejar la mente y sólo tomo mi bolso porque no había sacado ningún cuaderno. — Adiós Helencita—la asiática frunce el ceño ante el apodo y nos da una mirada de reproche.