Capitulo 6

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Daniela

El rostro de ese hombre cayendo muerto a un costado mío, es una de las imágenes que jamás lograre sacar de mi cabeza, la simple escena me había causado nauseas. Pronto mi vista se centró en algo más importante que la de aquel cadáver, Salvatore sostenía un arma en sus manos y su mirada ya no era clara, era oscura con un brillo casi perverso difuminado en el azul de esos ojos chispeantes.

- Empiezo a creer que esto ha sido una pésima idea – dio un paso hacia delante mío, mientras yo luchaba por recobrar el aliento.

- Nunca había visto algo así – susurre.

- Te acostumbras, yo lo he visto todo el tiempo – tomo el cuerpo del tipo hasta conducirlo a la estación de gasolina y después hizo el trabajo que le habían encargado, e lugar a los pocos segundos estaba consumiéndose por las llamas.

Mi cuerpo casi inerte siguió su figura que subió al jeep amarillo, me ajuste el cinturón de seguridad y después recosté mi cabeza sobre mis rodillas, apretaba fuertemente mis puños junto a mis parpados.

Mi familia tenía conexión con los Lombardi, eso nos reducía a mucha información de por medio, muchas cosas que solo se comentarían en un círculo cercano a la mafia italiana. Uno como el de todos nosotros. Ahora sabía el empeño de todos en proteger a sus familias.

- Aun estas a tiempo de retractarte de todo esto – sus palabras se hicieron oír después de un tiempo en el que me quede en silencio

- Si peleamos, lo haremos juntos – levante mi cabeza y le di un gesto que más de apoyo era de seguridad.

- No lo sé... debemos.

- Esperar a lo demás, eso me ha quedado mas que claro. Respetare su decisión.

- ¿Quieres que te lleve a casa? Esos tipos podrían estar siguiéndonos.

- ¿Eran más? – enarque una ceja.

- Nunca trabajan solos.

Nuevamente el silencio nos invadió.

- Volveré a preguntártelo, ¿quieres que te lleve a casa?

- Tal vez podamos primero ir a comer algo.

- Como quieras – acelero el auto.

Nuestra relación estaba cambiando, sí que lo estaba haciendo. Creo que Salvatore había tenido una especie de confianza en mí, una que incluso le costaba compartir con los demás. Pero habían aun preguntas.

¿Por qué confiar en mí? ¿Por qué de todas las personas me había escogido?

Un restaurante de hamburguesas se convirtió en el lugar para detenernos, entramos en medio de la lluvia que había comenzado a caer. Mientras Salvatore se acercaba a hacer nuestro pedido yo me quedaba en una mesa conjunta a esperarlo. Pronto las miradas de dos chicas sentadas en la barra de aquel lugar se centraron en él.

Una cosa era imaginármelo en mi cabeza, y otra era apreciarlo de frente, lo observaban como si fuera la última camisa a la moda de la temporada, como si fuera lo mejor que pudieras tener, nos las culpaba, él era el hombre que despertaba dos cosas que robarían la atención de cualquiera. Era misterioso, y era atractivo, sumando a que media unos uno con ochenta, si el señor bruno tuviera una copia exacta de él más joven, su hijo era el perfecto modelo para ello.

- Aquí tienes una hamburguesa sin cebolla – me extendió el plato con esta-. ¿Ahora que tienes no quieres comer?

- No es eso, es solo que no sé cómo supiste que odio la cebolla.

- Bueno.. supuse que no querías comerla por eso del aliento.

Las risitas de las chicas hicieron que voltease mi cara avergonzada hacia un lado. Era posible que el poco maquillaje que me hubiera aplicado en los ojos ahora me hiciera ver como un mapache.

Inevitable AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora