//Daniela//
Siento unos brazos rodear mi cintura, me remuevo lentamente de mi postura, no sé cuántas horas de sueño llevo exactamente, creo que unas pocas porque recuerdo estar esperando a Salvatore hasta que mis ojos se cansaron de mantenerse abiertos.
- Hmm... – murmuro y abro mis ojos golpe, mi vista se encuentra con el azul de sus ojos-. Estaba preocupada por ti – me levanto de allí y el imita mi acción.
- Y yo estoy preocupado por ti – su mano acaricia mi quijada-. Odette menciono que no te sientes bien.
- No es nada de lo que debas preocuparte.
- Dani. Debemos ir mejor con un médico. No me gusta que mantengas las cosas ocultas – frunce el ceño-. Y menos cuando se trata de tu salud.
- Los nervios me estaban comiendo viva, no sabía nada de ti y eso me tenía muy mal – aprieto mis labios-. Dime el plan ¿cómo ha salido?
Salvatore lanza un enorme suspiro.
- Mal, a como lo había pensado. Ha sido un caos.
- ¿Dónde están Lucian y Sophia?
- Lucian tuvo que llevar de rapidez a Sophia a emergencias, su ex novia apareció y la rapto después la corto con una navaja. Enloqueció y el tipo al que queríamos sacarle información escapo.
- Santo Dios – estaba alarmada con lo que Salvatore me estaba mencionando en ese preciso instante, las cosas al parecer no están resultando tan favorecedoras para todos. Se estaban volviendo peligrosas-. ¿Sophia está bien?
- No lo sé, ella se veía muy pálida.
- Debes marcarle a lucían. Sophia es nuestra amiga, no es justo que le sucedan cosas como esta.
- No creo que atienda mis llamadas. Para serte sincero, lo que más me interesa en este momento es tu salud. Me preocupas Daniela – su voz cambia de tono, se acerca hasta donde está el armario y saca un pantalón deportivo y se cambia de ropa.
- Ya te dije que no es nada grave.
- Guárdate tus palabras porque de igual manera iremos a un médico.
- Y despues cuando descubras que hay algo malo en mí, me enviaras de vuelta a Seattle con mis padres, y eso es algo que no quiero. Prometí quedarme contigo.
Salvatore se queda con vistas en el armario y aprieta sus puños.
- Se perfectamente lo que prometimos. Pero no te voy a mantener a mi lado, si estas enferma. Podrías empeorar.
- No me hables como si fuera una niña – aquello hizo que se enojara aún más al punto en que dio un fuerte golpe a la puerta del mueble.
- Estoy a cargo del grupo, y por si lo olvidas estoy al mando de la Cosa Nosstra. Tengo miles de matones detrás y no voy a detenerme a discutir estas cosas contigo. Cuando te lo estoy diciendo por tu bien.
- Ellos te dieron una solución...
- Y no soy un idiota que vaya y las cumpla – se cruza de brazos-. Oh dio dame paciencia – se deja tumbar a la cama con los brazos cruzados detrás de su cabeza.
- Si soy yo el motivo por el cual vas actuar de esta manera, lo mejor es que durmamos en cuartos separados.
- Deja el drama, que no soy bueno para eso. Esto no es un cuento de hadas Dani. ¡Es el puto mundo al cual pertenecemos! y si en tu cabeza alguna vez imaginaste un futuro diferente para alguno de nosotros, te equivocaste. No tenemos nada seguro en el – gira su vista y sus palabras suenan frías, más duras de lo normal.
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Inevitable Atracción
Teen FictionSalvatore Lombardi, el niño con el que jugaba a las escondidas, el mismo idiota que me pego un chicle en el cabello en mi cumpleaños número seis, la persona más fastidiosa, odiosa y orgullosa del mundo. Un narcisista de primera. Y para colmo el mejo...