Birdy - wings
//Salvatore//
Ha pasado cerca de una semana desde la desaparición de mi madre, las cosas en la mansión han cambiado por completo, mi padre está a un borde de perder el poco autocontrol que aun poseía, le había dado la solución a sus problemas, pero él se negaba rotundamente a recibir ayuda de su grupo selecto de amistades dentro de la mafia. Todo era un verdadero caos, un infierno en la mansión Lombardi y lo peor aún estaba por suceder.
Giorgio Bonatti había llamado muy temprano en la mañana a mi padre y desde hace cerca de dos hora estaba encerrado dentro de su despacho sin cruzar palabra con ninguno de sus hombres de seguridad o tan solo con Julieta y conmigo.
La puerta del despacho finalmente se abre reflejando a mi padre salir de allí de manera rápida hacia el pasillo.
- ¿Que ha sucedido? – enarco una ceja y él saca su móvil tecleando algo.
- La esposa de Giorgio ha aparecido.
- Eso es una buena noticia..
- Giorgio ha dicho que debo ir y verificar algo – su voz sonaba diferente.
- Te acompaño.
- Lo mejor es que te quedes con tu hermana, yo me ocupo de este asunto.
Negué con la cabeza.
- Pueden ser noticias de mi madre, Julieta estará bien mientras Simone y Rafaelle la cuiden.
- Ahora no quiero saber nada de los tipos que trabajan para mí, son una verdadera decepción – suspiro llevándose las manos a la cabeza. Las ojeras reflejaban lo agotado que estaba de no encontrar pistas del paradero de mi madre.
- Ella va a estar bien, la encontraremos.
- Seguro – soltó un suspiro.
Ambos nos dirigimos al auto que estaba estacionado afuera de la mansión, algunos cuantos hombres nos siguieron hasta la ubicación que Giorgio nos había suministrado, el sitio no estaba muy alejado de allí, unos seis kilómetros fuera del muelle en el que usualmente llevamos a los bastardos con los que nos topamos. Cerca de cinco minutos estábamos colocando un pie fuera del auto para ir hasta donde se encontraban él y su esposa, el padre de Daniela incluso estaba allí. Una casa a nuestras espaldas se estaba terminando de apagar de un incendio que claramente había sido provocado.
- Bruno.. – susurró Giorgio mientras la abrazaba-. Aless estaba inconsciente cuando llegamos. La policía tomo nuestra declaración. La dejaron en un auto cuyas placas ya investigamos y son falsas.
- ¿Se acuerda de algún rostro?
- No, solo que tenían acento italiano y que al parecer eran cinco.
- Todo el tiempo estaban bajo capuchas naranjas, esos tipos salieron de la nada, me drogaron y después aparecí en una casa vieja – los interrumpió ella.
- Es la camorra, no hay duda de que han sido esos hijos de perra.
- Aún hay más – vuelve a hablar-. No sé cómo decirte esto, menos como vas a tomarlo.
- ¿De que estas hablando?
- Había algo más en el auto – Giorgio saca un teléfono móvil de su bolsillo trasero-. Dejaron esta carta para ti, junto a esto, lo que hay en el video.. creo que deberías verlo por ti mismo.
Mi padre toma el móvil arrebatándoselo de las manos comienza a ver el video, la imagen de mi padre sentada en una silla atada de manos se hace más visible, lo veo apretar su mano izquierda mientras observa cada detalle. Hay cerca de ella unos hombres con capuchas naranjas cubrirse el rostro pero no se logra ver con claridad ningún rasgo que los caracterice. Sigo observando el video hasta que los tipos hablan.
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Inevitable Atracción
Teen FictionSalvatore Lombardi, el niño con el que jugaba a las escondidas, el mismo idiota que me pego un chicle en el cabello en mi cumpleaños número seis, la persona más fastidiosa, odiosa y orgullosa del mundo. Un narcisista de primera. Y para colmo el mejo...