Such a Boy - Astrid S
Mi mirada se centraba en la reacción de Salvatore, lo iba a matar y no podía permitírselo. No podía dejar que asesinara a ese chico porque lo más seguro es que terminara en la cárcel, la policía llegaría y tomaría lo que fuera para acusarlo.
- No cometas una locura por favor – lo tomé de su brazo mientas su espalda subía y bajaba conforme a su respiración descontrolada.
- ¡No te metas en medio! – me hizo a un lado aun cegado por la rabia y choque con mi espalada con uno de los cubículos del baño.
Estaba a punto de disparar y yo estaba presa del miedo, aterrada.
- ¿Qué mierdas son ustedes.. – susurro Dylan mientras intentaba colocarse de pie cosa que le fu inútil porque Salvatore lo timbo de nuevo sobre el frio suelo haciendo presión con su pie en su pecho.
- Algo que jamás debiste retar – recargo su arma y supe que sería el fin.
- Deja que se vaya – volvió a tomar fuerzas en mi voz que sonaba temblorosa-. ¡Déjalo!
- ¡Suéltame! – lucho contra mi agarre y vi en su mirada azul algo diferente.
Dylan nos miró con horror.
- Deja que se vaya, la policía vendría.
- ¡A la mierda la policía! – refunfuño cabreado.
- ¿Que esta pasando? – la voz de Julieta apareció de la nada, sus ojos se centraron en la escena-. ¿Salvatore que haces?
- Darle una lección – apretó sus labios.
- Dani.. – me miro alarmada-. ¿Qué ha pasado?
Me quede en silencio sintiendo que todo me temblaba.
- Aléjate de él – Julieta hizo a un lado a Salvatore mientras su jefe de seguridad lo tomaba por la espalda.
- ¡Suéltame cabrón, no voy a dejar que se vaya así como si nada! – luchaba por zafarse de allí.
- ¡Estás loco!– lo grito Julieta-. Si mi padre se entera esteras en problema.
Salvatore se soltó de la fuerza ejercida por Raffalle.
- Parece que todos han perdido la cabeza, me llaman lunático por ver lo que otros no ven al estar pensando en estupideces – me dio un vistazo a mí.
Trague saliva.
- ¡Tú te vienes conmigo! – me tomo del brazo y casi por inercia su fuerza me saco de aquel lugar, mis pies no podían seguir el ritmo acelerado que llevaba y tuve que detenerme a mitad del patio mientras luchaba por recobrar mi respiración.
- Casi cometes una locura..
- Ganas no me hubieran quedado. Te dije que no confiaba en él, te lo advertí y no quisiste escucharme.
- No tenía idea de que..
- ¿De qué? ¿Solo porque un chico se acercó a ti a decirte lo bonita que te veías? – bufó-. Abre los ojos Daniela, ya no eres una cría.
- ¡Si! Le creí a una persona que por primera vez creí que era honesta y sincera y que podía notarme. Soy quizás una tonta por creer en que alguien por fin si daba cuenta de que existía en el maldito instituto – me aleje de allí pero su brazo me detuvo una vez más.
- Ese imbécil no te merecía.
Limpie mis lágrimas.
- Me diste miedo. Parecías..., un demonio.
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Inevitable Atracción
Teen FictionSalvatore Lombardi, el niño con el que jugaba a las escondidas, el mismo idiota que me pego un chicle en el cabello en mi cumpleaños número seis, la persona más fastidiosa, odiosa y orgullosa del mundo. Un narcisista de primera. Y para colmo el mejo...