//Salvatore//
Me he quedado sentado en aquellas silla de espera del hospital sin saber lo que le sucede a Daniela. Ella simplemente se ha desmayado en mis brazos y su estado de salud me preocupa.
Me quedo mirando fijamente mi reloj de mano, han pasado exactamente veinte minutos desde que la entraron a una sala de revisión y hasta el momento sigo sin noticias de ella. Las enfermeras me miran extraño porque me he levantado en mas de una ocasión pidiendo respuestas. Y siempre ha sido la misma, debo aguardar que el médico de turno de su diagnóstico.
- Salvatore - escucho la voz de Julieta en ese instante al igual que sus tacones resonar por el suelo del hospital-. ¿Qué sucedio?
- Dani no se sentía bien, discutimos y... Ella sólo se desmayó - paso mis manos por mi rostro con desesperación.
- Vaya semana hemos tenido - se lamenta ella mientras se sienta a mi lado-. ¿Te han dicho algo de su estado?
Niego con la cabeza.
- Tengo miedo de que sea algo grave. Y este maldito hospital no hace sus cosas bien, ya van a hacer treinta minutos sin saber acerca de ella, voy a volverme loco - bufo.
En ese momento sentí un brazo levantarme de mi posición había salido de la nada y pronto me encontré con los ojos de Sebastyan fijos en los míos. Estaba enojado y no lo culpaba su hermana era mi responsabilidad y ahora estábamos en el hospital.
- ¡¿Dónde carajos está Daniela?! - aprieta sus labios y parece un toro enojado.
- La están revisando.
- ¿Dónde estábas tú cuando sucedió todo esto?
- Estaba con ella, justo aqui.
- Me refiero a cuando Daniela estaba esperando una llamada de tu parte, mi hermana es muy sensible para este tipo de situaciones. Ella se preocupa no sólo por ti, por el resto de nosotros. Tal vez a ti no te importemos en lo absoluto pero ¿Dónde la dejas a ella?
- ¡No te atrevas a cuestionar lo que hago con mi vida!
- Voy a llevarme a Dani lejos de ti, se devolverá a Seattle - sentencia y siento la sangre subir a mi sistema.
- ¡Tú no te la llevarás a ningún lugar! - grito y el personal médico me pide que me calle-. No te la llevarás sin mi permiso.
- No necesito ningún permiso de tu parte, ella es mi hermana, no la voy a dejar consumirse por un cabron como tú. La has estresado tanto con tus malditos impulsos al punto en que enfermó.
- Basta - nos separa Julieta-. Por Dios santo, Dani está en un hospital enferma y ustedes peleándose como dos crios. Este no es el mejor lugar para tratar estas cosas.
Me alejo de Sebastyan mientras él se hace al otro extremo de la sala de espera.
- Controlate tú también - dice a regañadientes Julieta.
Me detengo un instante a pensar en lo que ha dicho Sebastyan, no está lejos de tener la razón. Daniela no merecía que le mantuviera oculta tantas cosas, pero sabía que ella es de las que está dispuesta a encontrar soluciones para todo en la vida, incluso cuando parece no existir ninguna.
- ¿Qué vas a hacer ahora? - pregunta Julieta mientras toma mi mano.
- No lo sé.
Julieta suelta un fuerte respiro.
- Dani no va a aceptar devolverse sola a Seattle. La conoces.
- Déjame pensar todo...
En ese instante recibí mensaje de texto de Dante interrumpió mis palabras. Había decidido buscar pistas por su cuenta con el hijo de Andrey Vasilvev al parecer era un experto en trazar rutas y encontrar direcciones IP. Sería de gran ayuda como respaldo.
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Inevitable Atracción
Teen FictionSalvatore Lombardi, el niño con el que jugaba a las escondidas, el mismo idiota que me pego un chicle en el cabello en mi cumpleaños número seis, la persona más fastidiosa, odiosa y orgullosa del mundo. Un narcisista de primera. Y para colmo el mejo...