Inevitable Atracción

capitulo 10

THUMBS - SABRINA CARPENTER

Lucian

- ¿Estas seguro de que es aquí ?- le pregunto a mi hermano mientras él se queda observando su móvil.

- Es aquí - señala el lugar al que hemos llegado un antiguo depósito de autos. Se supone que estamos ayudando a Salvatore a salir de los problemas que tiene su padre.

Rápidamente bajo del auto en compañía de mi hermano, cruzamos la puerta y descubrimos aquel lugar en ruinas a diferencia de que Dante ya había estado ante aquí t se había asegurado de que los hombres que estuviesen custodiando se reducierán a uno solo.

- El bastardo que te voy a mostrar te ha va a agradar - alardea mientras baja en compañía del auto.

- No estoy para perder mi tiempo - observo el reloj en mi mano izquierda cualquier chico de diecisiete estaría haciendo otro tipo de cosas, como el preparar un ensayo o estudiar par sus exámenes, pero en lo que me consciente estoy involucrado en un mundo lleno de crímenes, he aprendido mucho en mi corta vida, y sé el tipo de trabajo que maneja mi padre.

Camino por el enorme pasillo cuyas paredes lucen agrietadas y llenas de moho producto de su vieja estructura, dante me conduce hasta el lugar en el que se encuentra aquel hombre, este maniatado y su rostro luce desfigurado producto de los golpes que le han propinado.

- El imbécil se niega a hablar – dice dante mientras saca una vieja silla de madera y la coloca enfrente de él.

- Pues más le vale el que suelte la lengua o su tortura será lenta pero dolorosa – me hago a un lado del tipo que empieza a recobrar su postura en aquella vieja silla metálica-. Lo diré por una última vez ¿Para quién trabajas?

El tipo se queda unos segundos observándome, lo suficiente para negar con la cabeza. Empiezo a sacar cada arma.

- No voy a decirlo – gruñe mientras intenta zafarse de sus ataduras, pero sé que será imposible el que lo haga, Dante lo ha asegurado lo suficientemente bien.

- Escucha – tomo en mis manos uno de los maletines-. Aquí hay mas de una navaja cortante, la idea de torturarte con ellas es tentadora, pero la idea de matarte de un solo disparo se lleva toda mi atención.

El hombre tiembla en esa pequeña esquina pero sin decirme nada.

- ¡Habla de una maldita vez ¿Quién está detrás de destruir a los Lombardi?! – grito salido de mis casillas.

- No puedo decirlo... - tartamudea-. Eso implicaría que me mataran.

- Pues yo te voy a matar si no me dices el bastardo quien esa detrás de todo esto – hago su cabeza hacia atrás mientras se queja de dolor.

- Es un hombre muy rico y poderoso, pero no conozco su nombre – dice finalmente el hombre.

- ¡Miente! – grita Dante-. Este tipo no nos sirve en absoluto – desenfunda su arma y en cuestión de segundos el hombre cae muerto a un costado producto del disparo.

- ¡La idea no era matarlo estúpido! – grito mientras le dirijo la vista a mi hermano quien me dedica una sonrisa cómplice.

- Muerto el perro se acaba la rabia, no necesitaremos más de él.

Tomo mis cosas mientras guardo el maletín y me dispongo a salir de ese lugar junto a dante no sin antes asegurarnos de que no quede nada que nos deje en evidencia.

- Creo que es todo – dice Dante al cerrar una de las entradas al depósito pero logro escuchar al fondo un ruido.

- ¿Has escuchado eso?