//DANIELA//
Dos disparos se escucharon en ese momento, ambos hombres cayeron casi de enseguida a mi lado. Mis ojos dieron vistas a la entrada de la puerta. Aquella mujer sostenía el arma, ella misma los había asesinado.
- Digamos que lo he hecho porque me agradas algo – se acercó hasta donde me encontraba y me hizo a un lado de nos cuerpos de esos tipos que estaban bajo un enorme charco de sangre-. Debería cambiarte de habitación y alguien debería limpiar esta.
La mujer me tomo de mis manos heridas mientras me conducía a una habitación adversa al ala derecha de la mansión. Solo podía mirar en mi camino que podría servirme para escapar pero pronto noto mis intenciones.
- Ni lo intentes – gruño y me empujo a seguir caminando-. Voy a pedir que te lleven algo de comer.
- No quiero nada – levante mi quijada ignorando aquello.
- Pues si no comes te vas a morir, tus condiciones ahora no son las mejores.
- Es por tu maldita culpa que estoy aquí.
- Metete a la habitación y deja de ocasionarme problemas – me hizo entrar allí mientras caía sobre un viejo sillón-. Debo darme un baño – volvió a colocar las cadenas alrededor de una barra metálica.
La mujer salió de allí y sigilosamente me las ingenie para sacar el arma que les había robado a unos de los hombres. Disparar despertaría las sospechas de cualquiera. Tenía que ser hábil y pensar muy bien las cosas antes de hacerlas.No podía dejarme ganar por el miedo, no en estos momentos, debía colocar en práctica todo lo aprendido por mi padre o de algo estaba segura no saldría de esta situación viva. Me quede un instante viendo a mi alrededor que me podría servir para escapar, solo tenía una ventana de fondo que parecía estar cubierta con tablas viejas. Tome un largo suspiro y trate de imaginarme la forma de llegar a ella sin hacer el mayor ruido posible. Con dificultad me arrastre sobre el suelo raspando mis rodillas con algunos fragmentos de vidrio regados por allí, sin importar el dolor que experimentaba mi cuerpo y la sangre llegar hasta mis tobillos conseguí llegar unos cuantos metros cerca de donde estaba. Tome el arma en mis manos y lo pensé dos veces antes de disparar en la cadena que me mantenía sujeta a la pared.
Si disparaba tenia tan solo segundos antes que uno de los hombres que merodeaban la mansión entraran.
- Tu puedes Dani – me susurre a mí misma y tome el arma con ambas manos. El disparo fue leve pero certero, la cadena se rompió y enseguida corrí hasta el balcón. Visualice mi ruta de escape. Estaba en un segundo piso pero era lo suficiente alto para hacerme daño al caer. Habían algunos arbustos y enredaderas a un costado. Debía calcular para caer allí y hacerme el menor daño posible. Con dificultad empecé a quitar las tablas de allí dando paso a la luz, estaba lista para escapar cuando un grito me paralizo..
- ¡No dejen que escape! – grito uno de los hombres con un arma en la mano. Le dispare y este cayo aun lado muerto mientras me tiraba directo desde el balcón. El primero en recibir el golpe fue mi brazo. Dolía como el demonio, pero no tenía tiempo para lloriquear. me levante y volví a tomar el arma en mis manos, camine lo mas rápido posible porque las posibilidades de correr ahora se habían reducido a nada. Debía encontrar un escondite seguro lejos de esa mujer. Choque en mi camino con varios cuerpos inertes de hombres.
Alguien había entrado. Supuse que una cantidad considerada para acabar con todos ellos. Cada uno de esos tipos tenían un disparo en su frente y los charcos de sangre adornaban las baldosas. Llegue hasta el jardín principal de la mansión justo donde se encontraba la piscina, no había nadie allí y necesitaba descansar porque se me estaba dificultando respirar.
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Inevitable Atracción
Teen FictionSalvatore Lombardi, el niño con el que jugaba a las escondidas, el mismo idiota que me pego un chicle en el cabello en mi cumpleaños número seis, la persona más fastidiosa, odiosa y orgullosa del mundo. Un narcisista de primera. Y para colmo el mejo...