Capitulo 24

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//Bruno//

- Despierta, despierta - siento sus dedos viajar por mi rostro, tan delicados y tan suaves, como la caricia de un ángel. Como lo más perfecto que se puede tener.

-  Buenos días amore - le sonrío y veo a la mujer que ha compartido tantos momentos a mi lado. Mi esposa y la madre de mis hijos. La mujer a la que amo con cada parte de mi corazón.

- Te veías muy sexy con el ceño fruncido - pasa levemente su dedo por mi nariz y le devuelvo un beso en la comisura de sus labios-. ¿No es acaso ya muy tarde para que el jefe aun este en la cama?

- Creo que hoy no saldré de aqui - me abrazo a ella asegurándome de que no escape de -. Sin duda es mejor estar a tu lado que cerrar negocios.

- Tengo algo que decirte - suelta una risa-. Y no sé por donde comenzar..

- ¿Es algo de lo que deba preocuparme?

- Bueno, eres bueno con eso de los pañales.. Así que. ¿Tendrías que preocuparte?

- Espera..¿que? - parpadeo varias veces sin creerlo aún-. ¿Estas..

- Tendremos un bebé - sonríe y me levanto de la cama para levantarla en mis brazos.

- Dime que no es una broma - la muevo de un lado a otro como un niño emocionado.

- No lo es - ajusta su cabeza a mi hombro y pasa sus manos por mi cabello-. Siempre te amaré Bruno. Siempre...

El sonido del despertador me hace volver a la realidad. Apenas puedo abrir mis ojos producto de las enormes ojeras que debo tener encima. Hace noches no duermo y la habitación apesta a alcohol y cigarros.

Me levanto del sillón y acomodo la botella de whisky sobre la mesa de un lado. Trato de que el traje no se vea arrugado pero al fin de cuentas no me interesa en lo absoluto mi apariencia. Me he desvelado noche y día tratando de descubrir a los malditos que están detrás de todo esto.

Desde que Camila murió,todo se redujo a cenizas para mí. Podía decir a la perfección que un lado humano que jamás había conocido de mí salía con ella a mi lado pero ahora ya no está, me ha dejado aunque prometió nunca hacerlo.

Inconsintemente he caído en el mismo pensamiento destructivo de siempre.

Abro la botella de whisky y la vierto sobre el vaso de vidrio. Tomo de un solo sorbo la bebida y siento como logra quemarme la garganta.

- Te extraño.. daría todo lo que tengo por verte de nuevo - sujeto una fotografía suya en mis manos y no puedo evitar romper en llanto al ver lo feliz que éramos.

La puerta de la habitación se abre de par en par y tengo que dejar la fotografía a un lado mientras busco con mi mirada llena de enojo a la persona que intenta interrumpirme en mis cosas.

- Alejate de esa maldita botella Bruno - escucho la voz de Giorgio y me acerco hasta donde está para tomarlo por el cuello de su camisa.

- ¡Vete y no me molestes! - aprieto mis labios al decirlo.

Inevitable AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora