Un dulce hogar.

Capitulo 3: Un pesar en el corazón

No se que hacer, estoy en medio de la lluvia, cuidando a una mujer que ni siquiera conozco, pero lo único que sé, es que necesita ayuda.
La cargo estilo princesa y la pongo en uno de los asientos del auto.

-Con cuidado- me digo a mi mismo casi en un susurro, le toco la frente y noto que esta un poco caliente -el hospital esta a una hora de aquí, no se si ella podría aguantar tanto- veo como ella tiembla de frío, y opto por cubrirla con mi saco que deje en la parte de atrás. -Tengo una idea- saco mi celular y marco un número -Hola, si a pasado tiempo desde que marque tu número, pero necesito de tu ayuda y necesito que vayas a mi casa, estaré ahí en unos 10 minutos, gracias.- cuelgo el teléfono y empiezo a conducir directo a mi casa.
Cuando llego a casa, todos mis empleados se sorprendieron al verme llegar con una mujer en brazos.

-¡Señor, ¿está bien?!- me pregunta mi ama de llaves viniendo muy agitada hacia mi.

-Si, estoy bien, es ella quien necesita ayuda. Por favor, llévela a uno de los cuartos de invitados.- digo eso mientras uno de los guardias viene hacia mi y la sostiene en brazos. -Y por favor, señora Cesire, póngale un poco de ropa seca-.

-Si señor- me dice eso y ellos se la llevaron a una habitación de invitados.....

Se siente raro, siento como si el frío se fuera casi por completo. Abro los ojos lentamente y veo a una chica casi de mi edad, ella tiene la tez blanca, cabello negro con morado y largo, ojos color miel, y tiene una bata blanca.

-Oh, ya despertaste- me dice con una sonrisa.

-¿Quién eres tú, y dónde estoy?- pregunto algo agitada.

-Tranquila, no te asustes, estás en casa de mi hermano, la persona que casi te atropella hoy.

-¡¡¿Qué...?!!, y ¿por qué estoy aquí?- le digo muy confundida.

-Te desmayaste en medio de la calle y mi hermano te trajo a su casa porque el hospital quedaba muy lejos de donde te encontrabas-.

Me quedo con la boca abierta, no podía creer que alguien que no conozco me ayudara de esta forma -Y, ¿dónde está esa persona que me ayudó?-

-Está en su habitación, ya que ambos llegaron muy empapados- escucho eso y me pongo roja como un tomate. Ella vio mi expresión y decidió cortar el silencio -Por tú expresión, me imagino que estas pensando en algo raro-

-N-no, claro que no, porque piensas eso, señorita...?

-Juleka, mi nombre es Juleka Couffaine- ¿Couffaine? , ese apellido me parece familiar.

-Es un placer conocerte Juleka, mi nombre es Marinette Dumpain-Cheng.

-Igualmente Marinette, pero solo tengo una pregunta para ti- me dice eso y asiento dudosamente -¿Por qué estabas en la calle con está lluvia?.

Al escuchar su pregunta, siento una sensación de pesar en mi corazón, y recuerdo como Adrien me estaba engañando con otra persona, y solo con recordar esa escena, ya me estaban brotando unas lágrimas.

-¿Estás bien? - Juleka se veía preocupada, trate de calmarme, pero no puedo, cada vez que intento calmarme, solo salen más lágrimas, no paro de llorar, y solamente siento como Juleka me abraza.
Hoy fue un pésimo día, descubrí que la persona que amaba me era infiel, casi me atropellan y ahora siento un pesar en el corazón...

Continuará.....