Capítulo 19: Reconciliación.

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Pov. Luka:

Estoy sentado en la oficina de mi casa checando algunos papeles y pensando en como solucionar el conflicto con Marinette hasta que la señora Cecire entra a la oficina con una bandeja y encima de ella hay una taza de café.

-Lo veo distraído señor- lo dice con un tono de preocupación mientras se acerca a mi.

-Marinette y yo tuvimos un pequeño problema.

-¿Qué clase de problema?- pregunta mientras deja el café en mí escritorio.

-Bueno, no sé como decirlo, pero digamos que ella hizo un comentario que yo no esperaba y mucho menos ella.

-¿Qué tipo de comentario?.

-Bueno, estábamos hablando con el bebé que empezaba a moverse  y ella dijo que también le gustaba papá- digo empezando a sonrojarme.

-Que ternura, la señorita Marinette lo considera el papá de su bebé- lo dice con mucha emoción.

-Si, pero gracias a ese comentario  ella empezó a alterarse- digo decaído.

-¿Por qué?.

-Empezó a decir que ella podría ser una mala persona, y también empezando a decir que ella me obligaría a cuidar a su bebé sabiendo que no es mio.

-Eso seria un problema, ella es una ternura de persona y que empiece a creer eso de ella seria muy malo, tanto para ella como a su bebé.

-Si, trate de decirle eso, pero no me quiso escuchar y ahora ya no se que hacer.

-Solo le puedo decir señor que tiene que hablar con ella antes que su malentendido crezca aún más- me dice eso mientras avanza hacia la salida de la oficina mientras toma mi abrigo -Por cierto, llamo la señorita Juleka diciendo que fuera a la clínica para saber el sexo del bebe- al escuchar eso me levanto como rayo y tomo el abrigo que la señora Cecire tomo momentos atrás para luego dirigirme a la clínica de Juleka.

Pov. Marinette: Momentos atrás.....

Mis amigas se reúnen a mi casa para que charlaramos un rato antes de ir a mi consulta con Juleka.

-Quiero que me des una lista de lo que quieres para la fiesta del bebe, quiero todos los detalles Marinette- dice Rose muy entusiasmada.

-Tranquilizate Rose, todavía no sabe si va a ser niño o niña y tú ya le dices esas cosas- dice Alya para poder tranquilizarla un poco.

-No lo se Alya, nunca ésta de más preparase antes de tiempo, ¿verdad Marinette?- dice Juleka muy sonriente, pero no presto mucha atención a la conversación -¿Marinette?.

-¡Oh!, lo siento chicas, estoy un poco distraída- digo eso agachando mi cabeza hacia mi té como si fuera lo más interesante del mundo.

-¿Qué sucede amiga?- dice Alya con preocupación.

-No es nada, solo tuve una noche difícil.

-¿Noche difícil, pasó algo con Luka?- dice Rose un poco sorprendida.

-Si te hizo algo el torpe de mí hermano, no dudes en decírmelo- dice Juleka con una sonrisa mientras empieza a tronar sus puños, da un poco de miedo.

-¡No!, el problema no es Luka, soy yo.

Todas me miran confundidas y empiezo a contarles detalladamente lo que sucedió la noche anterior.

-Marinette, no eres una mala persona, eso te lo aseguro- dice Alya mientras me da unos leves golpecitos en la espalda.

-Marinette no hiciste nada malo, solo dijiste lo que tú corazón sentía- dice Rose con un tono de afirmación.

-Es cierto, lo único malo fue que no dejaste a mí hermano hablar- dice Juleka con seriedad.

-¿Qué tal si lo piensa en este momento que soy una mala persona?, ¡oh no!, ¿qué pasa si ya no quiere volverme a ver?- digo un poco exaltada.

-No exageres Marinette, no lo sabrás hasta que te reunas con él- dice Alya con una sonrisa.

-¿Y qué tal si no quiere reunirse conmigo?- digo un poco decaída.

-No tiene caso seguir hablando de esto- dice Juleka con seriedad y dejándome sorprendida -Escucha Marinette, me agradas mucho pero no pienso dejar que faltes a tú consulta conmigo solo por esto, si me disculpan chicas- dice eso para luego posteriormente tomarme de la mano pero no con mucha fuerza sacarme de mi casa, meterme a su auto y llevarme a su clínica, ya estando ahí Juleka me señala una habitación -Ve a esa habitación por un momento, tengo que hacer una llamada importante que hacer, no me tardo- dice eso para luego salir de la habitación mientras que yo entro a la habitación que me había señalado con anterioridad para luego cambiarme de ropa y ponerme una bata blanca con ligeros diseños color azul, luego al salir de la habitación veo a Juleka en ella y a otra persona.

-¡¿Luka, qué haces aquí?!- digo sorprendida.

-Te dije que quería estar contigo cuando esto pasara, y luego recibí el mensaje de Juleka diciendo que ya era el momento- me dice eso con una tierna sonrisa que podría derretir a cualquiera y no logro evitar sonrojarme.

-Pense que no querrías verme después de lo que te dije anoche- digo eso mientras que el empieza a acercarse a mí poco a poco y empieza a acariciar mi mejilla con su cálida mano.

-No voy a dejarte sola por un pequeño malentendido, eres el ángel que llego a mí vida y no pienso dejarte ir por eso- después de decir eso me da un beso en la frente por lo que mi corazón da un brinco de alegría mientras que mi cara esta más roja que el fuego -Y con respecto con lo de anoche, sigo creyendo que no eres una mala persona Marinette, al contrario, eres maravillosa- mi corazón late demasiado rápido de felicidad, estábamos acercandonos poco a poco, pero cuando estábamos a punto de besarnos Juleka nos interrumpe.

-¡Ejem!, disculpen tortolitos, me alegra ver de que arreglaron las cosas entre ustedes, pero no tenemos todo el día, entonces empezamos con el eco de una vez - dice Juleka con una sonrisa, en ese momento tanto Luka y como yo nós separamos muy rápido y muy sonrojados.

¡¡Que vergüenza!!, por un momento habíamos olvidado el hecho de que Juleka estaba presente y nosotros aquí mostrando nuestro amor. Alejo esos pensamientos y me recuesto en la camilla que me apunta esta Juleka y me pone un gel y un aparato en mi vientre que ya estaba un poco más al descubierto.

-Muy bien, ¿dónde estás?- Juleka dice eso mientras mueve ese aparato, mientras que tomo la mano de Luka -¡Oh vaya!- dice Juleka.

-¡¿Qué pasa, sucede algo malo?!- digo un poco alterada.

-Nada malo pasa, solo estoy viendo a una pequeña muy inquieta- dice mostrándome una sonrisa. En eso, mis lágrimas no se contuvieron por más tiempo.

-¡¿Es una niña?!- digo muy feliz.

-¡Muchas felicidades!- dice muy alegre esta Juleka y lo único que hago es abrazar a Luka y empezar a llorar de felicidad en sus brazos y solo alzó la mirada y veo a Luka a empezar a llorar conmigo, es un momento lleno de felicidad.

Continuará.....

Un dulce hogar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora