Recuérdame

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—Ha pasado tanto tiempo desde la primera vez que llegue aquí —digo con un aire de nostalgia. 

—Has cambiado  —recalca Zack.

—Al parecer —respondo. El viento sopla con fuerzo y sostengo la parte inferior de mi vestido.

—Este lugar no es tan malo como lo recuerdas desde del principio, ¿cierto?

—No voy a admitir que este es el mejor lugar en el que he estado —respondo, cruzándome de brazos.

Recordar todo lo que me había pasado desde que llegue aquí me causaba ansiedad. Pensar en lo que había sucedido antes de estar aquí y lo que me llevo hasta acá, al mismo tiempo que imaginar el futuro y lo que sucedería cuando todo esto terminara me genera una presión en el estómago. La palabra "futuro" es un detonante para mí, odio pensar en el y detesto la idea de ser obligada a construirlo cuando simplemente podría enfocarme en el día a día sin preguntarme que sucederá de aquí en 10 años. 

Observo los mismos árboles y flores que observé aquella noche en la cual le confesé mis sentimientos a Zack. Estar aquí me produce una nostalgia inevitable y es difícil concentrarme en lo que Zack está diciendo. Estoy sumergida en mi ola de pensamientos y en todo lo que sentía esa noche cuando mi mundo se derrumbaba y era incapaz de buscar un lugar seguro para protegerme de todo lo que se me venía encima. Estar en este balcón, mirando las flores que decoran la baranda y aspirando el olor que salen de ellas y mirando el cielo que está cubierto por algunas nubes, indicándonos que en cualquier momento puede comenzar a llover; todo esto me trae una mezcla de buenos y malos recuerdos. 

—Pareces bastante pensativa —dice Zack, tratando de encontrarse con mi mirada pero estoy algo distraída. 

—Sí, este lugar me trae varios recuerdos —intento ocultar la tristeza que estoy sintiendo ahora mismo.

—Me da pena que no puedan ser del todo positivos, pero si necesitas más explicaciones, yo..—pongo un dedo en sus labios.

—No necesitas darme más explicaciones —respondo dulcemente, retirando el dedo de sus labios. Observo sus ojos azules y su cabello lacio y brillante. 

—Está bien, pero sabes que todas esas cosas que estás pensando son solo...—deja la oración en el aire, incitándome a que la termine.

—¿Estupideces?

—¡No! Nada de lo que piensas son estupideces, amor.

—No lo sé, estoy un poco desconectada. ¿Hay alguna palabra correcta que se supone que debo decir? 

—Son recuerdos —dice y esboza una sonrisa. Me preparo para escuchar su próxima frase filosófica —, un recuerdo es la capacidad de la memoria que nos permite almacenar informaciones y traerlas al presente.

—Muy bien, creo que sé lo que es un recuerdo —digo con un tono sarcástico.

—Sí, pero ...—se acerca más a mí—, hay recuerdos buenos y hay recuerdos malos. No puedes culparte por traer los recuerdos malos al presente. No tenemos control en qué clase de recuerdos almacenamos —coloca su mano detrás de mi oreja y acaricia suavemente mi cabello—, no quiero que me recuerdes de una manera negativa. Las historias de amor no son perfectas, ¿o no recuerdas esa película que vimos aquella vez?

—La recuerdo totalmente, fue bastante traumante —respondo tratando de no perder la compostura. El simple roce de su mano en mi piel hace que mi cuerpo me mande señales de alerta—. Aunque no importa lo que haya sucedido, has sido una bendición en mi vida y no me importa el pasado —quito su mano de mi cabello y entrelazo mis dedos con ella—, tú eres mi presente y siempre te voy a recordar. Eres alguien imposible de olvidar y no me importa lo que suceda en mi futuro, tú siempre vas a estar allí.

RecuérdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora