Amor de niños|| Hero Fiennes Tiffin & Josephine Langford

Capítulo 1

El sonido de la alarma hace que suelte un gruñido, tomo una de mis almohadas y la arrojo en dirección a mi reloj de mesa para que se calle pero como soy muy torpe fallo y cae en otro punto de mi habitación, me levanto y apago la alarma molesta, recojo mi almohada y una vez acomodada en su lugar me dirijo al baño.

Al entrar observo mi rostro en el espejo y hago una mueca, estoy hecha un asco. Mi pelo parece un nido de pájaros, mi cara esta más pálida de lo normal y tengo unas pequeñas ojeras, dejaré de dormirme tan tarde leyendo un libro. Escucho unos golpes en mi puerta seguido de la voz de mi madre.                                                                                                                                                                                  
—Despiértate o llegarás tarde Josephine—dice del otro lado de la puerta.                                                  
—Estoy despierta mamá—digo y saco mi uniforme. 

Odio llevar este uniforme pero no puedo hacer otra cosa, son reglas del instituto y debo respetarlas. No veo la hora de entrar a la universidad y deshacerme de esta ropa. Katherine tiene demasiada suerte. Después de tomarme una ducha me coloco el uniforme que consta de una falda azul marino, una playera de manga larga blanca, un chaleco del mismo color que la falda pero esta tiene unas líneas en color rojo y blanco, las calcetas y los botines. 

Lo bueno de esto es que aprendí a usar zapato alto, me maquillo un poco para tratar de ocultar mis ojeras y me cepillo el cabello, me hago una media cola y aliso lo que queda, tomo mi celular y mi mochila rosa pastel, confirmo que llevo todo y bajo las escaleras.

—Buenos días hija—papá me sonríe desde el comedor y me acerco a besar su mejilla, está tomando una taza de café como todas las mañanas mientras lee el periódico.

 —Muévanse—Katherine entra corriendo a la cocina esquivando a mamá que trae nuestros platos para desayunar.

 —Kath, vas a tirarme—mamá la mira con los ojos muy abiertos por la actitud de mi hermana. 

 —Lo siento mamá se me hace tarde, Liz está afuera así que solo tomaré una manzana—dice y besa su mejilla y hace lo mismo con papá—Que tengan un buen día. ¡Suerte en tu último año de preparatoria Josephine!—dice antes de salir de casa.

 —¡Igualmente!—grito. Mamá y papá ríen—Y dicen que la floja soy yo—me siento en la silla del comedor para empezar a desayunar.          

—Apresúrate cielo, Hero no tarda en hablarte—dice mamá antes de volver a dirigirse a la cocina.

Hero ha sido mi mejor amigo desde que llegué a vivir aquí, teníamos cinco años y desde ese día hemos sido inseparables. Hemos hecho muchas travesuras juntos y hemos estado en los buenos y malos momentos apoyándonos. Aunque debo aceptarlo, siempre he estado enamorada de ese chico de ojos verdes, la primera vez que sentí ese cosquilleo que me hacía sentir bien fue en mi cumpleaños número seis, ese día me dijo que me veía muy bonita y que me parecía a una princesa. Obviamente era muy chica para saberlo pero cuando una compañera de la escuela nos contó que su hermana siempre decía que sentía algo en su estómago cuando veía al chico que le gustaba, entendí que me pasaba lo mismo. Pero lo malo es que Hero solo me ve como su mejor amiga incluso me ha dicho que me quiere como otra hermana, sin embargo prefiero tener su amistad que no tener nada de él.

En fin, termino de almorzar y subo a lavarme los dientes, justo cuando termino de bajar las escaleras escucho el claxon del auto de Hero, me despido de mis padres y salgo de la casa. Se encuentra recostado en su automóvil, lleva los pantalones del uniforme, la camisa de manga larga color blanca, su saco azul marino con las mismas líneas rojas y su corbata roja, su cabello se encuentra despeinado de una manera sexy, me mira con una sonrisa y corro a abrazarlo. Tiene dos semanas que no lo veo, él y su familia fueron a Londres a la boda de una amiga de Martha y se quedaron para tener unas pequeñas vacaciones, aunque todos los días hablábamos por videollamada no era lo mismo.