Cap. 4: Rimas

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A toda marcha, y saltando de tejado en tejado, un rubio de capa negra iba bien acelerado.

Boruto: ¡Debo darme prisa. A Sarada la tardanza no le provoca risa!

Y como era de esperarse, fue el último en presentarse.

Su perdón no tardó en salir, aunque efecto no pudo surtir.

La Uchiha enojada, sola emprendió camino. Mientras el sensei, intercambiaba miradas con el albino.

Boruto aceleró el paso, para alcanzar a su enfadada amiga. Aunque esto pudiese costarle, que lo aplastasen como una hormiga.

Boruto: Oye Sarada, sé que estás enojada. Por lo que dije la vez pasada.

Sarada: Claro que no estoy enojada. No molestes, es una misión y debo estar concentrada.

El rubio comprendió el mensaje, y decidió no seguir insistiendo. Ya que si lo hacía, saldría perdiendo.

Llegando la noche en su momento. El equipo 7 armó un campamento.

El sensei custodiaba norte y oeste, mientras la Uchiha sur y este.

A Mitsuki y Boruto les tocaba dormir. Aunque este último, de la carpa decidió salir.

En busca de su compañera, debía reparar lo hecho. Para ya no sentir, esa opresión en el pecho.

En una silenciosa caminata, la encontró sobre un árbol. Bajo la luz lunar la contempló, su expresión dura como el mármol.

Boruto: Hola ¿te molesta si me paro aquí a tu lado? Prometo no ser de tu enfado.

Sarada: Sí me molesta, así que vete por favor. Soy custodia y no estoy de humor.

Los ánimos del Uzumaki calleron por el suelo. Pero antes de retirarse, habló e puro consuelo.

Boruto: Lo lamento ¿sí? Soy un idiota. No debería abrir nunca más mi bocota.

"Por favor nunca dejes de hacerlo, amo ver tu sonrisa formada por cada diente". Pensó ya en solitario la adolescente.

Habiendo recorrido ya todo el camino. Habían llegado a Kirigakure, su destino.

Estando en la oficina del Mizukage, entregaron el mensaje de Naruto. El cual no sabemos porque es un secreto absoluto.

Chōjūrō: Estando el gran equipo 7 aquí, he de solicitarles una pequeña ayuda. Con sus habilidades lo resolveremos sin duda.

Konohamaru: Mizukage-sama, estamos a su disposición. Solo asígnenos una misión.

Chōjūrō: Verán... en los bosques de los alrededores, han ocurrido varios ataques a mi gente. No les pediría ayuda de no ser urgente.

Sarada: ¿Han avistado al agresor? Una descripción será de lo mejor.

Chōjūrō: Lo único que recopilamos, es que posee gran destreza física, garras y mucha velocidad. Es todo un problema en verdad.

Konohamaru: Inspeccionaremos el lugar. Y daremos aviso de cualquier cosa irregular.

Luego de una intensa búsqueda en los húmedos bosques, partieron hacia la aldea. Sin tener del atacante, siquiera una idea.

Sarada: ¿Oyeron eso? - preguntaba la Uchiha, mientras el ambiente del bosque se volvía espeso.

Konohamaru: No hagan grandes esfuerzos, el aire está muy denso y se dificulta la respiración. Adoptemos como en cada misión, la misma formación.

BoruSara IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora