Cap. 13: Los 4 encapuchados

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Ya era la media noche en Konohagakure y Sarada Uchiha estaba de camino a su entrenamiento a las afueras de la aldea.

Sarada: Debo admitir que estoy algo nerviosa ¿cómo serán los entrenamientos de alguien que estuvo a la altura del 1er Hokage?

Al llegar al lugar, no encontraba a su mentor.

Luego de recorrer bien el que había sido su campo de batalla la noche anterior, lo encontró meditando al pie de un árbol.

Sarada: Buenas noches Madara-san.

Madara: No sé qué tienen de buenas.

Sarada: Con ese humor le recuerda a Papá...

Madara: Es inadmisible que un shinobi no pueda reconocer el chakra de sus adversarios.

Sarada: Eso es porque usted hace su chakra indetectable.

Madara se puso de pie y levantó su dedo índice derecho.

Madara: Ningún chakra es indetectable. El Hokage en estos momentos podría predecir nuestra ubicación exacta.

Sarada: ¿Cómo es posible semejante sensibilidad?

Madara: Pon tus dedos índice y mayor sobre el suelo.

La joven se puso de cucllias y tocó el piso.

Madara: Cierra los ojos y concéntrate en encontrar mi chakra.

El Uchiha cambió de posición y esperó a que Sarada ubique su localización.

Sarada lo intentó, pero nada sucedía.

Sarada: No logro encontrarlo. Ni siquiera puedo sentir otros chakras.

Madara: ¡Concéntrate!

Sarada lo intentó por horas y aún no lo conseguía.

Estaba cansada debido a la excesiva concentración.

Sarada: Ahhhh, esto es muy difícil.

Madara: Ahhhhh, Hashirama. Los shinobis de hoy día dan asco al compararlos contigo...

Madara elevó su chakra intencionalmente para que Sarada lo detectara con facilidad.

Sarada: ¡Siento algo! ¡Estoy sintiendo un chakra!

Madara: ¿Y de dónde proviene?

Sarada: De usted...

La Uchiha volteó rápidamente y lanzó un shuriken en la localización exacta del fundador de la hoja.

Madara: De acuerdo. Ahora bajaré aún más mi chakra y tendrás que volver a ubicarme.

Sarada asintió y siguió con el entrenamiento.

Luego de varias horas, fue mejorando hasta detectar todas las veces a Madara.

Sarada: Creo que ya lo tengo dominado.

Madara: Aún no. Esto es solo el comienzo. De ahora en más, iré cada vez más lejos y tú enviarás un clon para que dé con mi ubicación exacta. Lo ideal sería detectar me incluso cuando esté en el límite del País del Fuego.

Sarada: ¡¿Qué?! ¡¿es eso posible?!

Madara frunció el ceño mientras cruzaba los brazos y desapareció.

Otras horas más transcurrieron de igual forma.

Sarada pudo localizar a Madara todas las veces.

BoruSara IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora