Cap. 25: ¡KATSU!

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La división shinobi número 6, a cargo de Kurotsuchi, fue enviada a los desolados páramos a las afueras de Iwagakure.

Kurostsuchi envió todos sus shinobi a luchar contra el ejercito de Zetsu Blancos que invocó Urashiki.

Mientras que ella junto a Killer Bee, Choza e Inojin se encargarían del Ootsutsuki frente a sus narices.

Karashiki: ¡Buenos días!

Killer Bee: ¡Buenos días! Te diría si no flotarías... Monstruo devora planetas ¡puñetas!

Karashiki: ¡Oh! ¡Usted se equivoca joven! ¡Nunca jamás he drenado el chakra de un planeta! Soy el encargado del inventario en el Clan Ootsutsuki. Solo sigo órdenes...

Kurotsuchi: En ese caso te haremos un favor al matarte.

Karashiki: Bueno... me temo que no les permitiré hacer eso... 

Kurotsuchi: ¡Doton: Doryūsō!

La Tsuchikage envió una serie de lanzas de roca excesivamente afiladas.

Sacando un pequeño abanico de la bolsa que traía en su cintura, el Ootsutsuki invocó con este una ráfaga de viento inmensa que desvió toda lanza enviada por la Tsuchikage.

Ahora dicho viento se acercaba peligrosamente a los shinobi.

Kurotsuchi: ¡Todos quietos!

La nieta de Ōnoki formó cuatro cúpulas de tierra super resistentes que protegieron a los integrantes.

Inojin: ¡Ese viento sí que es fuerte!

Kurotsuchi: Escuchen. Yo lo inmovilizaré y ustedes le darán un ataque combinado. Terminemos esto lo más rápido que podamos para evitar complicaciones.

Choza: ¡Sí!

La pelinegra salió desde los pies del Ootsutsuki.

Kurotsuchi: ¡Yōton: Sekkaigyō no Jutsu!

Así lanzó una gran bola de cal para inmovilizar a Karashiki.

Pero este respondió sacando un pequeño espejo con el cual cubrió la bola de cal.

El artefacto del extra-terrestre comenzó a absorber el jutsu de Kurotsuchi.

Y luego, con una extraña cuerda anaranjada, el Ootsutsuki golpeó a Kurotsuchi quien se trataba de un clon de rocas.

Karashiki tomó el espejo y apuntó su reflejo contra sus oponentes al grito de ¡Ustuj on ōygiakkeS :notōY!

De esta forma, desde el reflejo del aparato comenzaron a salir las mismas bolas de cal que lanzó la Tsuchikage.

Así, dejó inmovilizados a los cuatro shinobi.

Tanto sus brazos como sus piernas estaban unidas al suelo por ese duro material.

Karashiki: Lo lamento. Yo no hubiese elegido este destino. Pero mi señor sí. Sepan disculpar.

Killer Bee: ¡Oye! Acércate, tengo algo que decirte...

El Ootsutsuki se acercó levitando suavemente hasta quedar cara a cara con Killer Bee.

Karashiki: Dime pequeño...

El Jinchūriki comenzó a toser.

Karashiki: Lo siento... no te oigo...

Cuando este se acercó, Killer Bee le lanzó un gran chorro de tinta negra desde su boca.

BoruSara IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora