Me despedí de mis padres al llegar a la entrada del detector de metales y este al andén correspondiente a nuestro AVE.Fue una despedida corta desde la distancia,aunque pensé que por una semana sin verles no pasaría nada,ni siquiera les echaría de menos y mucho menos ellos a mi,todos nos lo pasaríamos en grande,estoy seguro de que ellos ya habían reservado una mesa en un restaurante para ellos solos.Pasamos el detector de metales sin problemas,algo que nunca había hecho yo,pasar una maleta por un detector de metales,una cosa nueva que experimentar supongo.Cuando pasamos el detector,los guardias nos pidierón que nos pusiesemos en una gran fila que se amontonaba a la entrada del andén en el que se encontraba el gran AVE que nos llevaría a nuestro destino.La fila estaba a rebosar de gente eufórica por llegar las primeras a sus correspondientes asientos.Antes un señor bajito,con un bigote bastante largo y con un traje ferroviario les tendría que comprobar los billetes y los DNIs correspondientes de los viajeros,cosa que en el orden de la fila casi no se respetaba y cada uno iba por su libre sin respetar ese orden.Mientras nos dirijiamos a el señor bajito con traje azul llamativo,mi tío,mi abuelo y yo tuvimos que esquivar cientos de maletas y cuerpos de personas ajetreadas en un caos que no se parecía en nada un fila.Finalmente,llegamos sanos y salvos con nuestras correspondientes maletas,y de su cartera mi abuelo sacó nuestros correspondientes DNIs y billetes,y el señor bajito(que por cierto era muy majo)les dió el visto bueno con una gran sonrisa que ocupaba todo su gran rostro.Y así es como pasamos al andén y empezamos la aventura de meternos al AVE y buscar nuestros asientos,cosa que sería complicada ya que la gente estaba en mitad de los pasillos que había en el interior del AVE,subiendo sus pesadas maletas a los compartimentos que había sobre sus cabezas.Nos costó bastante llegar a nuestro vagón esquivando todos esos obstaculos y alguno más...Finalmente,llegamos a nuestro correspondiente vagón y mi tío saco los billetes para comprobar nuestros asientos.Él encontró el suyo,que estaba situado en mitad del vagón,y subió su pesada maleta con algo de desequilibrio,aunque lo consiguió con mucho esfuerzo.El de el abuelo estaba situado mucho más lejos,en una esquina muy al fondo,y el mío se encontraba más cerca de el de mi tío,situado en la fila opuesta,tres o cuatro asientos por delante del suyo.Finalmente Tomás tuvo que ayudarnos a todos a subir nuestras maletas arriba,ya que no teníamos la suficiente fuerza para subirlas mi abuelo y yo.Y así es como me acomodé en mi asiento y esperaba a que el AVE se pusiera en marcha...
ESTÁS LEYENDO
Un viaje inesperado.
AdventureUn adolescente de 15 años llamado Gonzalo viaja a la localidad de Torrevieja(Alicante,España)en vacaciones de Semana Santa,en lo que al principio resulta un viaje normal y corriente,conociendo a una chica de su misma edad llamada Laila.Lo que Gonzal...