Miré a mi alrededor,fatigado por la pelea que acababa de tener.Me dolían ambos brazos,la espalda y la cara.Me puse delante de un espejo que estaba intacto en medio de la sala y me miré.Me habían hecho un par de largas heridas en la cara,tenía un moratón en la zona del ojo izquierdo y,por lo demás,todo estaba bien.Cogí mi sombrero que se me había caido al caer desde el conducto.También empecé a registrar los bajos de todos los muebles,en la zona en la que me habían quitado el revólver de un golpe.Tras mirar por debajo de todos y cada uno de ellos,finalmente lo encontré intencto debajo de un sillón abandonado que allí posaba junto al resto de muebles.Observé que al fondo de la sala en la que me encontraba,había una serie de habitaciones contiguas una tras otra y decidí investigar.Quería asegurarme de que no dejaba ni un solo sitio por registrar,no me iría de allí sin Laila,si es que estaba allí.Me encaminé hacia las habitaciones y mientras lo hacía,el chaval de la navaja,apoyado en la pared del lado izquierdo de la sala,malherido,sujetandose todavía el brazo izquierdo,dijo:
-Has liado todo esto por una chica,¿estás loco?,no tienes ni idea de las consecuencias que esto tendrá.
Haciendo caso omiso de sus palabras,me encaminé a una de las tres habitaciones que allí se encontraban.Abrí la puerta,pero nada,una habitación completamente vacía,en la que se oía nada más que el sonido del fuerte viento colándose por las rotas ventanas y oxidadas tuberías.Entonces,decidí registrar la siguiente,obteniendo el mismo resultado.En ese momento,decidí gritar:¡Laila! consecutivamente para ver si recibía alguna señal de vida de ella.Salí realmente asustado de la habitación,corriendo,y volviendo a mirar a todo mi alrededor de aquella gran sala,en la que la única forma de vida que se podía apreciar eran 4 tipos tendidos en el suelo y uno malherido.Pero de Laila ni rastro.Me asusté,realmente,de la posibilidad de que allí realmente no estaba.Me eché las manos a la cabeza,controlé mis nervios y también mis miedos y me dije ánimos en voz baja.De pronto me giré,y se me ocurrió una idea:preguntarle al único que todavía seguia con los ojos abiertos allí dentro.Me acerqué con una cara un tanto amenazante al que todavía seguía agarrándose el brazo izquierdo,me agaché,le cogí de la chaqueta y lo acerqué a mi cara bruscamente:
-Dime dónde está-dije con un tono igualmente amenazante.
-¿Quién?-dijo riéndose el otro.
-Ya sabes quién,la chica.
-¿Crees que te lo voy a decir?-preguntó todavía riéndose-Realmente has llegado hasta aqui y has hecho todo esto para nada.
Torné la cara aún más amenazante de lo que parecía ya antes,lo levanté por la chaqueta,y lo empujé hacia la pared.Parecía un interrogatorio policial de película.Entonces,furioso,volví a preguntar gritando esta vez:
-¡Dime dónde está!O si no acabarás como tus estúpidos compañeros.
Parece que el empujón le dolió,sobretodo en la zona del brazo izquierdo del que se había aquejado durante todo el tiempo y ahora parecía aterrorizado viendo que se intentaba cubrir con su brazo derecho:
-Está bien,está bien,pero !No me hagas nada por favor!Está en la furgoneta,afuera.Ahora dejame en paz,por favor.
Dejé de agarrarlo por la chaqueta y este cayó al suelo con desgana,poniendose la mano derecha en la frente,y mascullando unas palabras que no oí en voz baja.Salí lo más rápido que pude por la puerta de salida,que hizo un chirrío metálico y se cerró previamente de golpe.Todavía seguía lloviendo a cantaros.No ví a Laila en la parte delantera de la furgoneta,por lo que supondría que estaba en la parte trasera,la misma en la que se la llevaron la noche del secuestro.Entonces,apoyado en la puerta trasera,hice una especie de rezo y,tras esto,accioné las asas que abrían la puerta,y finalmente ví lo que había estado buscando durante casi una semana,lo que me habían quitado de un día para otro,lo más querido que tenía en ese momento y lo que juré proteger con todas mis fuerzas.Laila estaba tendida en la parte trasera de la furgoneta,atada tanto por manos como por pies y su boca estaba tapada por un gran pedazo de cinta adhesiva.Llevaba puesto el mismo vestido azul marino que llevó puesto para la noche en la que fuimos al cine,aunque estaba un poco desastrado.Tenía la cara llena de maquillaje corrido,seguramente debido a que habría llorado mucho estos días y estaba descalza.Tenía los ojos cerrados,pensaba en la horrible posibilidad de que estuviese muerta,pero decidí reaccionar rápido y grité a pleno pulmón:
-¡Laila!-y la comencé a agitar con mi mano izquierda.
Estaba dormida.Súbitamente abrió los ojos,y comenzó a agitarse,no sé si de felicidad o queriendo decir que la soltase lo más rápido que pudiese de sus cuerdas:
-Vale,vale,tranquila,te quitaré esto en un plis plas-dije calmandola y empezando a desatar las cuerdas que le ataban los pies y las manos.
-Esto te puede doler un poco-y le quité muy despacio la cinta adhesiva de la boca.
Tras esto,se lanzó hacia a mí,al grito de:¡Gonzalo! Y me dió un fuerte abrazo.Me agarraba fuerte.Supongo que era el sentimiento de no haber visto a un ser querido en casi una semana.Los sentimientos y las emociones se mezclaron en ese momento,mientras ella decía:
-¿Estás bien?,¿que te ha pasado?,¿que te han hecho?-y preguntas de ese estilo:te he echado mucho de menos,he pasado mucho miedo,Gonzalo.
-Tranquila,respira tranquila,todo ha pasado ya,todo ha pasado,lo importante es que tú estás bien,yo también estaba muy preocupado por ti,pero por fin puedo verte sana y salva y podemos salir de aqui.
Se sentía muy bien que tras todo lo que había hecho para llegar hasta Laila había tenido su fruto,y podía verla,tocarla,abrazarla...Todo lo que deseaba haber hecho esa semana.Tras toda esta conversación entre preguntas,explicaciones y gritos de alegría,ambos dejamos un momento de abrazarnos,nos miramos,y nos dimos un fuerte beso que liberó todas las tensiones que hasta ese momento teníamos,y que era un buen calmante tras el largo abrazo que nos dimos.El beso había durado más que incluso el abrazo y pude sentir como todo lo que sentiamos el uno por el otro,tras todo lo que había pasado,se juntaba en un solo beso.Tras esto,de repente,una gran luz nos deslumbró,y nos giramos ambos sorprendidos por la intensidad de esta.Una gran moto se paró justo enfrente nuestra,de la que se bajó un tipo muy alto,del que aún solo se distinguía la sombra:
-Oh,que momento tan tierno-dijo con un tono grave-Una lástima que os tenga que interrumpir para esto,pero debo deciros que de aqui no salís,tortolitos-dijo con una voz melancólica.
Laila me miró con cara de preocupación.Al principio yo también la miré yo a ella de esa forma,pero decidí agarrarla fuertemente del brazo izquierdo,y consecutivamente dije en un tono serio:
-Sígueme
Y comencé a correr con ella aún agarrada de mi mano hacia el lugar dónde había dejado mi bicicleta...
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Un viaje inesperado.
PrzygodoweUn adolescente de 15 años llamado Gonzalo viaja a la localidad de Torrevieja(Alicante,España)en vacaciones de Semana Santa,en lo que al principio resulta un viaje normal y corriente,conociendo a una chica de su misma edad llamada Laila.Lo que Gonzal...