Capítulo 11:Secuestro

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Me desperté algo mareado todavía.Lo primero que ví era el gran charco de sangre en el suelo,aunque mi nariz y mi boca habían cesado de sangrar,me había puesto la ropa perdida de sangre,y mi camisa era ahora de un rojo más intenso.Me senté en la pared en la que había caído tras haber recibido el puñetazo de antes.Mirando al suelo,pensé y analicé todo lo que había pasado en tan solo unos pocos minutos,sin creemerlo.Habían secuestrado a Laila y se la habían llevado en una furgoneta!No ví la cara del hombre que me propino el puñetazo ni tampoco me pude fijar en la matrícula de la fuegoneta,nada que me pudiese dar una pista sobre aquel secuestro.Me había metido en un buen lío y Laila también,se la habían llevado,y todo por mi culpa.En ese momento pensé en lo que podrían hacerle los secuestradores,pensé de todo,desde tortura a un posible asesinato.El 99% de este tipo de casos no acababa bien,tendría que haberla cuidado mejor pensé.Estaba con pocas fuerzas para levantarme,seguía pensando y pensando...¿Y si el tío y el abuelo se daban cuenta de lo ocurrido?,¿y si el padre de Laila se acababa enterando de la pérdida de su hija?Eran muchas preguntas sin respuesta y demasiadas dudas,pero pensé inmediatamente en la mejor solución sin meterme en más lios,y esa era denunciar lo ocurrido a la policía.Había una comisaría cerca de el piso del tío,supondría que aún a esas horas seguía abierta y poder así denunciarlo.Corría algo de aire aunque el calor seguía siendo bochornoso y seguí siendo de noche,concretamente eran las doce de la noche.Me levanté con pocas fuerzas,mirando el lugar dónde ocurrió todo lo anterior con una mezcla de sentimientos,la mayor parte cubierta por la meláncolía y la tristeza de haber perdido a un ser querido y pensar en lo que ahora mismo podría estar ocurriendole.Era un tema muy serio,y si quería recuperar a Laila lo antes posible y sana y salva tendría que ir rápido a comisaría,así que a paso ligero abandoné el lugar de los hechos y me encaminé hacía la comisaría de la policía local de Torrevieja.Espero que algo pudiesen hacer por qué en estos casos se solían tener pocas pistas sobre los secuestradores y el por qué de este.Quizas eran mala gente y ya,lo único que tenía es que el hombre queme pegó el puñetazo tenía una banda roja con un símbolo negro en está que no pude identificar,aunque eso no servía para casi absolutamente nada.Mientras todo esto lo pensaba con el miedo metido en el cuerpo,llegué a la comisaría de policía finalmente,pero para mi desgracia estaba cerrada a cal y canto.No había absolutamente nadie dentro,estaba completamente cerrada,y tampoco había nadie por las calles silenciosas de Torrevieja,si que era muy distinta de Getafe o de Griñón.Me entraron ganas de llorar y no podía pensar en otra cosa más que en Laila que me preocupaba muchísimo,estaba deseaperado,en una noche podía ocurrirle cualquier cosa,la vida es una mierda injusta pensé.No había paz en ese mundo,y secuestrarón a una chica inocente cualquiera.Al estar cerrada la comisaría volvería a primera hora de la mañana para poner la denuncia cuanto antes.Que mala suerte estaba teniendo.Primero la tía había tenido un accidente en el que se fracturó 7 costillas,y luego esto,un secuestro violento en menos de 5 minutos.No sé que sería lo siguiente.Lo que sabía era que lo único que me había pasado bueno en estas vacaciones era que me había enamorado de una hermosa chica al conocerla en un vagón de AVE,y que nos habíamos convertido en pareja oficialmente tras darnos un beso indescriptible tras 2 días sin vernos,y que la habían secuestrado tras una noche increiblemente especial paseando por esa "peculiar"ciudad y visitando los lugares más importantes de ella,yendo al cine y finalmente a cenar a un restaurante italiano.Todo se había convertido en un infierno en muy pocos días,pero estaba seguro que estara dónde estara,Laila quería que estuviese tranquilo tratando de solucionar la situación de la manera menos problemática posible,así que me aguanté las lágrimas y me puse en marcha hacía el piso del tío,a la que llegué a la una y media de la madrugada,y ordené mis sentimientos y pensamientos de ese momento.Nada más llegar a "casa",entré al baño,abrí el grifo del baño y me mojé el pelo y la cara con un buen chorro de agua.Me miré al espejo y miré fijamente esa cara de estúpido inútil que no hacía nada más que cagarla aún más e intenté lavar lo mejor que pude la camisa y los pantalones,pero resultaba imposible quitarse esa mancha de sangre de la ropa,ya se había secado.Por otra parte,comprobé mi nariz y si no exageraba,creo que me la habían roto,sin bromas.Los ojos los tenía rojos.Por otra parte,destrozado,con todos esos pensamientos en la cabeza y ese dolor en la nariz que tenía,con la ropa manchada,me acosté en la cama de la que hasta ese momento era mi habitación a la luz de la luna,y a las dos de la madrugada acabé durmiendome...

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