Uno

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...

-¡Hola!

-Hola...

-¿porque tan solita?

-¿porque lo dices?

-una chica tan linda y bella como tú, no debería de estar aquí y mucho menos sola

-¿porque mejor no me llevas a un lugar donde éste más segura?

Él se sorprendió al principio pero al instante reaccionó... -¡vamos pues, mi reyna!...

-¡Gracias! Le dije con ternura y emoción

Salimos de aquel lugar; me puse unos pequeños guantes oscuros; él me vió curioso por eso; pero no me preguntó porque me los ponía y le agradecí eso

Después de unos minutos llegamos; bajamos del coche y nos dirigimos al departamento

-vivo solo y el lugar no es la gran cosa

-descuida le dije; eso a mi no me importa

-no eres delicada, eso me gusta

Entramos y el lugar era muy pequeño además de desordenado, sucio y maloliente...

"El lugar muy perfecto, para alguien como yo"

-¡me gusta!

-¿enserio? preguntó dudoso

-¡claro!

-entonces, traeré algo para beber, dijo y se fue a la cocina

Yo me quedé viendo el lugar, no quería tocar ni mover nada... que todo esté justo como está...

El sujeto regresó con una botella y dos vasos,  nos sentamos en el sofá y vi como el bebia con desesperación, yo le rellenaba el vaso y me hacía la discimulada...

Me levanté, le dije que quería ir al baño; me dijo donde quedaba y fui... al regreso noté un hermoso "Bat de béisbol" que estaba en la pared y autografiado, la verdad a mi no me interesaba ese deporte...

Me gustaban otros tipos de hobbies y eran muy placenteros para mi...

Tomé el Bat y lo sostuve bien, hacía movimientos como si fuese a lograr  hacer un jonrrón...

Después me acerqué lentamente a ese hombre tan asqueroso y repugnante y de un movimiento le estrelle el grande y pesado Bat, casi en la nuca...

Perdió el conocimiento y mucha sangre salía, no reaccionaba pero aún seguía vivo...

Así que aproveché para atarlo en una silla, era bueno haciendo eso, me asegure de que estuviera bien atado, tomé un poco de agua en un vaso y se lo arroje a la cara...

-¡Ahhhh! Pero, pero ¿qué es esto? me decía histérico y se dio cuenta al instante que estaba atado a una silla y empezó a moverse queriendo zafarse...

-No te soltaras de ahí, dije y mi cara angelical empezó a cambiar poco a poco, mi verdadera cara estaba apareciendo...

Vi a mi víctima y me miraba con terror, empezaba a temblar y a respirar agitado -¿qué diablos es esto? me preguntó con voz seca

-Es lo que ves, estas atado... crei que eras más inteligente... sentí que mi expresión cambió, mi sonrisa se agrandó, mis ansias de sed estaban apareciendo...

Soy muy cuidadosa con todo, jamás he dejado ninguna huella o rastro, me desago de todo y de todas mis víctimas o conejitos asustados como éste...

-¡Jugemos a algo! ¿qué te parece? dije lamiendo mis labios...

-¡No, quiero! ¡sueltame! ¡estas loca!

La Oscura Verdad (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora