Parada, con su bolso colgando de su hombro, miraba a todos lados esperando algo.
Se acercó a la bibliotecaria en su grandisimo escritorio de trabajo, se apoyo reclinando su cuerpo hacia adelante para graficar una curva con su espalda. Hablaba como un día más, una tarde aspera llena de platicas que terminaban sin dar más.
La miraba detras de los estantes, por los espacios que dejaban los libros por su tamaño o por los alquileres de los(as) estudiantes que se los llevaban a casa, dejando las colecciones de diversos tipos con huecos entre estas.
Ya tenía lo que necesitaba a la mano, fue tedioso al principio. Buscar, encontrar, examinar, analizar, leer...
¡Uff! No quisiera contarles ese recorrido.
Y no lo hare, fue suficiente trabajo que quede exhausta.Ella por un lado, le sonrió a la señora Rocio, movio una de sus manos de izquierda a derecha, jalo la manilla de la puerta metalica y salio al exterior urbano de la calle.
Realmente no iba a quedarme, solo me acerque, pisando con cuidado el piso resbaladizo de marmol, al escritorio para que me firmaran la libreta de control y me dieran el plazo de devolución. Aunque la tarea la tenia que hacer a lo rapido, no me quedaba tiempo. En un zis y un zas, ya estaria de nuevo en su estante o debida gaveta.
Sonrei falsamente para luego dirigirme a la salida. Tengo hambre al igual que sed, no me siento bien la verdad.
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¿Que decir? ¿Que pese a todo lo ocurrido, mantuve silencio? ¿Por qué lo mismo? Puede que no les agrade, no decir la verdad... Es de cobardes.
Soy una de ellas, ¿Por que no dije que Steven y sus amigos lo hicieron?
¿Por que en vez, de seguir ocultando el lloriqueo, lo dije?Duke, no es tonto.
Yo lo fuí, el no queria ir por esa ruta.
Pero, lo obligue. Era la más rapida a casa. Jalaba la correa hacia atras, gruñia.Que estupida al no entederlo.
Lo asesine.Senti aquellos brazos rodearme, yo expulsar el aliento negro, el engaño habia salido al acecho... Para devorar los recuerdos buenos.
El faro de un carro, su luz fueron la versión de mi anecdota. Iluminaban, el cuerpo sangriento, de un ser que no hizo nada violento.
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Hay un pesar,
tu corazon empezo a fallar.-----
Caminaba calle abajo, el sol hacia que viera el alrededor como con un filtro dorado. Mire el reloj de pulsera, las 4 de la tarde. Rode mis ojos, la bolsa pesaba un poco. Pero, podia con ella.
Llegué al jardin, habian macetas con algunas orquideas, regaderas puestas en la tierra, la cochera que estaba a la izquierda... Y el frente de mi casa, 1 puerta y 2 ventanas con cortinas cerradas. No es lo usual, pero es mi hogar, es lo que importa.
Meti la llave en la cerradura para abrir la reja cubierta con una superficie de vidrio, gire la perilla y entre al corredor.
Sin antes, cerrar todo lo mencionado desde el interior.¿Para que repetirles lo mismo?
Mamá salio, se fue el trabajo, se enamoro para irse de parranda, fue a una cita medica... Ella no salio hoy, estaba acostada en la cama de su cuarto durmiendo un rato.Al menos, estaba aqui conmigo.
No estaba sola.Subi las escaleras, de las tantas puertas que habia en el pasillo del segundo piso, elegí la del fondo a la derecha. Movi hacia abajo el interruptor con un par de dedos y entre a mi habitación.
¿Para que contarles lo que tengo en esta, ni que fuera alguien millonario o popular para presumir lo que poseo?
Yo no soy así, con pocas cosas... Soy feliz.Solo busque mi cuaderno, cartuchera, algunas hojas blancas de mi carpeta que estaban en el bolso escolar.
Lo demás lo traía en aquella bolsa pesada.
Me dirigi a mi mesa, empece a leer, comprender, subrayar y anotar la información que me fuera necesaria.
Seria algo pesado por el tiempo que me llevaria para terminar esto.
Usualmente, me mareaba.
Solo queria que todo dejara de darme vueltas y ahnelaba que alguien me diera paz.Y alguien estaba a mi lado... No lo veia bien por la borrosidad que tenia.
Si quieres relajarte, deberas confesar con detalle. _-Era lo que escuche salir de sus labios_- Juguemos en algo, donde yo mande.A veces, quiero que todo se vuelva polvo.
Así nadie dira que soy un monstruo.