La pena aguantada no era
algo que aceptaba.
Solo se que sus brazos,
no me hacían sentir segura.
No quería que lo supiera, ya lo sabe.
Ahora la pregunta, quiero responder.
———
Solo chillaba, mi cara con raspones, la suciedad y la bolsa de alfajores.
¿¡Por que?!— No era algo que replicaba, solo entraba a casa. Mayormente, era temprano.
La tiza era negra, ya era polvo machacado, lo arrojaron.
Apretaba mi frente, sus motitas ayudaban a rasgar, yo seguía rozando hacia abajo.
Cubrir no es, rasgar lo es.
El saludo se fue, pero es al revés.
Danzar en la penumbra, aun cuando el escenario no te da aprecio.
Disfrútalo, que se vayan al carrizo, es tu noche.
Ven, que el borde te recibirá.
Hacia abajo, la mandíbula vera.
Nieve contorneara los labios, que dejaron de hablar.
Hilos te abrazaran, con delicadeza rodearan el dolor.
Filoso vino segregaras.
Quería dejar de hablar, sin tartamudear.
Dude, pero sentía satisfacción.
Al deshacerme de una fragilidad.
Viéndola caer en colina de blancura cortante.
Sus manos intentaban arrastrar su peso en el fondo, solo se lastimaba mas.
Yo miraba, no disfrutandolo.
Solo gozandolo.
——
Simple, vamos.
Agarraron la bicicleta, ya que habian saltado los muros, solo les toco buscar en el estacionamiento.
Uno se aferraba al otro.
No habia intención de traición, no.
Mismo pesar, misma humillación.
A pesar, de estar sangrando.
No dejaron que la hermandad vagara a la merced del orgullo.
Cuando ya le faltaba aire, cuando ya empezaba a estar aturdido.
Hicieron su saludo habitual, una cantidad de movimientos con sus manos.
Las vacaciones los habían alocados, se desmidieron
La factura no es barata.
Sentado, mirando.
Sintio vergüenza, sintió repugnancia.
Los vidrios dispersados estaban junto a el, tenia uno en su mano.
Ya volver, todo cambio.
Pero, no lo hizo.
Morir por morir, nah.
——
El otro observaba, vio como su rostro no era algo de molestarle. El angulo permitio que no saliera ni su silueta.
Una bienvenida que quitaba vendajes, demostrando que los gemidos de dolor nadie los oyo.
La veia, caminaba con tranquilidad a la laptop que reproducia el video.
Solo hizo pausa, coloco el archivo en la papelera y lo saco de su vista.
Dejo en el asiento, su maletín.
No se notaba la tensión en sus pasos.
Pense que mostraría
gestos de asqueo.
No, salio de la sala.
