'39 /// (Maylor)

Momentos previos

Narra Roger

Me encontraba en el salón la semana anterior a la boda. Todo se veía muy lindo. Era un lugar pequeño ya que no queríamos hacer algo muy llamativo. Últimamente casi no discutíamos con Brian, excepto porque yo quería un pastel de chocolate y él quería el de limón. Sería una batalla eterna hasta el último día, pero yo no quería ceder a mi preciado pastel.

Estaba un poco estresado porque faltaban muchas cosas por hacer. Brian quería que Freddie cante en la boda pero tendríamos que contratar alguna guitarra. Brian se negó rotundamente a esa idea ya que él personalmente quería tocar, pero yo quería bailar con él, después de todo es con él con el que me casaré, no con Deacy.

Al rato escucho unos pasos rápidos que bajaban por las escaleras y un montón de cosas rompiendose. Casi me da un ataque cuando veo a Brian en el suelo juntando pedacitos de dos copas que se le habían caído.

Muy calmadamente le hablé tratando de ocultar mi ataque de nervios.

-Muy amor, ¿Acaso tratas de darme un infarto? ¿Porque corrías con dos copas? - él se sonrojó un poco y lo ayude a levantarse
-Es que, quería brindar contigo. Por nosotros.

Lo mire tiernamente y luego dejé un beso en sus labios. Me acerqué a su oído para susurrarle.

-¿Por qué no mejor brindamos en nuestra boda cuando te cases conmigo? - él solo sonrió y dejó un beso sobre mi mejilla. - escucha Brian, yo iré a ver el tema de las flores, tú puedes ir a elegir la lista de música y a probarte tu traje.
-Claro amor, también si quieres puedo ir por el pastel de limón.
-Casi lo logras pero no caeré en eso.
-Esta bien tu ganas, será de chocolate. Lo que sea para verte feliz -Brian sujetó mi cuello y junto mi cabeza con la suya, luego dejó un beso en mi frente y se alejó por la puerta -te veré luego Rog.
-¡Adiós!

Narra Brian

Pasé por el departamento de Freddie porque el sabía más de ropa que yo por lo que decidí que me ayudaría a elegir mi traje.

-Todavia creo que algo con plumas iría bien en tu traje Bri
-¿Estás loco Freddie? Es mi boda no una fiesta de animales
-No entiendo para que me trajiste si no quieres mi opinión
-Solo quiero estar presentable para mi Rog
-Agh, ¿Viste como viste Roger? Apenas ve que se pone a la mañana no creo que note lo que traes puesto, pero aún así te dejare fabuloso querido.

Caminamos un par de cuadras más hasta llegar a la modista. Abrió la puerta una joven pelirroja  de unos 60 años por las arrugas en su cara. Nos sonrió y se hizo a un lado para invitarnos a pasar.

Me puse uno de los trajes que me indicó Freddie y luego me paré frente al espejo admirandolo.
Durante todos estos años siempre creí que no valía la pena casarme, pero nunca pensé que lo iba a hacer con un hombre. La verdad quería hacerlo. Roger me entendía completamente, nunca conocí a alguien como él. Todas las personas anteriores con las que estuve no significaron nada para mí. Roger fue mi primer verdadero amor, y si era posible esperaba que el último. Nunca creí que alguien como él, capaz de conseguir a cualquier chica que quiera, que vivía en una aventura de una noche en otra, pudiera fijarse en alguien como mi. La música nos unió y no solo con él, sino que también con nuestros amigos. Ahora seríamos una familia, que esperaba que con el tiempo se fuera agrandando.

Estaba tan absorto en mis pensamientos que no noté cuando mis lágrimas comenzaron a caer. Podía ver qué a través del espejo Freddie me miraba con orgullo, junto a él se encontraba esa señora con una sonrisa.

-Su novia debe ser muy afortunada -rei levemente ante el comentario de la señora y antes de poder decir algo Freddie me sonrió y respondió
-En verdad lo es.