'39 /// (Maylor)

Y por fin llega

Narra Roger

Ahí estaba yo. Parado frente al espejo un par de horas antes en el día más importante de mi vida. Me miraba contemplando cada parte de mi y como el ser quien soy ahora, era totalmente una persona distinta a la que toda la vida había sido, y eso es debido a Brian. Gracias a él había madurado, había entendido la importancia más allá de estar de fiesta en fiesta.

Mis pensamientos se dispersaron cuando escuche un llanto detrás de mi. Voltee viendo a Deacy cubriéndose la cara para no morir de vergüenza. Me acerqué a él y quite sus manos de su rostro para que me viera a los ojos.

-¿Que tienes? -le pregunté dulcemente mientras él intentaba detener los sollozos
-Es que no puedo creer que esto en serio esté sucediendo. Sabes que, cuando todo ésto termine le pediré a Freddie que se case conmigo -vaya que no me esperaba al tierno Deacy tan valiente. No es que no lo sea pero siempre se lo ve tan tímido y silencioso. - ¿Crees que él dirá que si?
-Claro que si, él te ama mucho
-Yo también lo amo mucho -ahora él miraba para cualquier sitio perdido en sus pensamientos. Luego de eso escuchamos un grito muy agudo como de niña. Deacy volvió a la realidad y enrojeció de la vergüenza- ay no
-¡Deacy mi amor! -el grito de Freddie inundó la habitación y corrió tras él a abrazarlo por detrás. Yo no podía evitar sonreír. - ¿Es verdad todo lo que dijiste?
-Bueno... emmm...si.... solo si tú quieres
-¡Pero claro que acepto! -Descy sonrió ampliamente como nunca lo había visto hacer y él esta vez sujetó a Freddie y estampó un beso en sus labios.

Preferí dejarlos solos y salí de la habitación. Caminé hacia la puerta de al lado donde había dejado mi moño. El teatro de mi traje negro ya lo traía puesto. Trate varias veces de ponerlo pero era en verdad complicado.

-Yo te ayudo cariño -casi me caigo al suelo del salto que pegué. Luego corrí detrás de la cama para ocultarme
-¡Brian! Cierra los ojos se supone que no puedes verme antes de la boda.
-No me digas a mi, tu entraste. Ven dejame ayudarte -dio la vuelta a toda la cama y me extendió una mano. Ya no tenía caso, ya me había visto. Me levanté del suelo y pude apreciarlo a él, vistiendo un traje azul oscuro. Se veía demasiado hermoso. -estas hermoso Rog
-No tanto como tu
-En verdad no puedo esperar el momento de decirte que si y besarte. -no pude evitar sonrojarme. Brian siempre acostumbraba a ser muy tierno - ahora dejame ayudarte con tu moño- acomodo mi moño y luego bajó sus manos hasta mi cadera sujetandome para darme un lento beso del cual no me alejé. En verdad no quería separarme de él en ese momento.

Nuestra historia fue difícil desde un comienzo. Ambos casi morimos por nosotros (literalmente) y no por eso dejamos de querernos. Lo nuestro fue en verdad mágico, una de esas pocas coincidencias de la vida. Cada parte tuvo algo que nunca olvidaremos, cuando él entró a ese salón, cuando me salvó la vida en ese bar, mi gran propuesta, cuando Brian casi muere, esos momentos finales en los que pensé que no lo vería, cuando ambos cantamos '39, nuestra reconciliación. Todo eso para llegar aquí hoy. Nunca lo había pensado así, en verdad fue muy complicado.
Al despertar de mis pensamientos, ahora que lo pienso siempre me quedo colgado, Brian se separó de mi y dejó un beso en mi cabello.

-Tengo que irme -dijo y yo hice puse carita de perrito para que no se vaya. Brian se acerca a mi oído para susurrarme- te veré en el altar. -y luego se fue.

Sabía que luego de él me iría yo, y me sentía verdaderamente preparado para volverme su esposo para siempre.